El 2015 ha sido un año fructífero para María, con avances en varios sectores del ramo marihuanesco. Veamos algo de lo más importante que nos ha dejado.

Tal vez lo más significativo ha sido la legalización de la marihuana recreativa en el estado de Oregón, que se sumó a Colorado y Washington, estados que la legalizaron en el 2014 y que también vieron frutos económicos este año que acaba de terminar. Colorado, en el 2015, se ha embolsado más de ochenta y seis millones de dólares, muy probablemente serán noventa millones cuando se contabilice el año fiscal, mucho más de lo que deja la venta de alcohol. Mientras, en el estado de Washington se han generado setenta millones de dólares en impuestos durante el 2015, el doble de lo que habían predicho; con 160 tiendas cannábicas, que producen casi un millón y medio de dólares diarios, a 11,50 dólares el gramo de promedio. Ambos estados pronostican llegar al billón de dólares recaudados en los siguientes cuatro años, o sea, para el 2020.

En Oregón, donde entró en vigor la legalización el primero de julio, ya hay más negocios marihuaneros que McShits y StarFucks. Según el Departamento de Salud, existen 281 dispensarios en el estado, la mayoría de ellos en Portland. El futuro se ve más que brillante, pues en la primera semana de legalización, el estado de Oregón ingresó once millones de dólares, el doble de lo que hizo Colorado en su primera semana (cinco millones) y cinco veces más que Washington (dos millones).

No confundir el estado con la capital del país, Washington DC. En el Distrito de Columbia (DC), donde votaron por la legalización de la marihuana recreacional, la ley oficialmente entró en vigor en febrero del 2015, a pesar de las amenazas de los congresistas republicanos, quienes han advertido que continúa siendo ilegal a nivel federal y los usuarios podrían ir a la cárcel. Asimismo, la venta de marihuana en el DC continúa siendo ilegal, por lo que se puede fumar pero no se puede vender. Algo similar a lo que pasa en Alaska, donde técnicamente siempre ha sido legal fumar y poseer pequeñas cantidades y donde se ha oficializado con la Medida 2; sin embargo, aún no existen dispensarios, por lo que técnicamente sigue estando prohibido vender.

En Canadá, los titulares se los llevó el abrumador triunfo de Justin Trudeau y los liberales, quienes ahora comandarán el país. Esta victoria es significativa para María, ya que inmediatamente después de tomar posesión el flamante primer ministro ha encargado a los ministros de Justicia, Jody Wilson-Raybould; de Seguridad, Ralph Goodale, y de Salud, Jane Philpott, que se pongan a trabajar por la legalización. Aun no se sabe qué cara tendrá esta regulación y sus consecuencias, pero podemos adelantar que generará dinero para las arcas gubernamentales, y que será un gran cambio en comparación con el gobierno conservador, que ya rayaba en el fascismo. A pesar de esto, la ciudad de Vancouver comenzó este año a regular los dispensarios, y de los 176 que operan en la ciudad, solo 11 han pasado las primeras pruebas.

Algunos otros avances que hemos visto este año que acaba de finalizar incluyen la decisión del Senado estadounidense de facilitar a los veteranos que vivan en estados que permitan la marihuana medicinal conseguir su medicina sin interferencia federal.

El gobernador de Nueva Jersey (NJ), Chris Christie, ha firmado una ley para permitir la marihuana medicinal en su estado. Christie, que está buscando votos para nominarse como candidato presidencial de los republicanos, siempre ha dicho que se opone totalmente a la legalización de la marihuana. ¿Adivinen qué? Los demócratas y activistas están pensando en pasar la ley de marihuana recreativa. Una lucha encarnizada se cierne sobre NJ.

Georgia y Texas han legalizado por fin el uso medicinal de María, una gran victoria considerando lo cerrados de mente que son en esos estados, donde el racismo y la ignorancia conviven diariamente con el personal. Delaware ha descriminalizado la marihuana este año, algo que ya se veía venir. En Carolina del Norte se legalizó el hemp industrial. En Spokane, Washington, se eliminarán todos los récords criminales de gente que fue convicta por posesión de menos de 20 gramos de marihuana. En Dakota del Sur, la tribu de Flandreau Santee Sioux ha votado por permitir el uso de la marihuana en su territorio autónomo o reserva. El mismo presidente Obama ha dicho que estaría a favor de una descriminalización para vaciar un poco las cárceles; aunque se opone a la legalización, su gobierno ha dejado de perseguir por completo la marihuana medicinal, apoyándola de facto en los estados que la permiten. Al finalizar el 2015, las encuestas lanzan un promedio de aprobación para la legalización del 58% en la población de Estados Unidos.

Dentro de las malas noticias, el estado de Ohio rechazó el pasado mes de noviembre la legalización, tanto de la marihuana medicinal como la de uso recreativo, con un contundente 65% contra un 35%. El resultado es engañoso, ya que no significa que los habitantes del Estado del Castaño no quieran fumar libremente y que sean crueles impidiendo a los enfermos que se mediquen. El Asunto 3 en la papeleta electoral, que legalizaría la marihuana, solo dejaba a diez personas cultivar, lo que haría solo a un puñado de ricos, más ricos; es decir, los dispensarios solo podrían vender marihuana de estos diez agricultores. De este estado y el penoso resultado, hablaremos en la siguiente edición.