No hay nada mejor para recuperarse de los excesos navideños y superar el temido y largo enero que un plato supernutritivo y barato como este. Y si lo aderezamos con nuestro aliño de Darkstar, nos va a ayudar a relajarnos y a superar los posibles estragos que las fiestas hayan causado en nuestros cuerpos serranos.
Elaboración
Para esta sabrosa receta he seleccionado la variedad Darkstar. Esta maravilla de T.H. Seeds destaca por ser una planta pequeña, compacta, productiva y muy potente. Al final de la floración, sus apretados cogollos adquieren unas tonalidades oscuras y azuladas o púrpuras, que le han llevado a ser bautizada con el nombre de Dark. Su enorme y potente efecto psicoactivo aporta la otra mitad del nombre, Star, ya que te relajará y sedará hasta ver las estrellas. Su consumo te abrirá el apetito y magnificará cualquier experiencia sensorial que tengas bajo sus efectos.
Comenzaremos elaborando el mirin (vinagre de arroz) cannábico, que es lo que más tarda. También podéis hacerlo con vinagre de manzana si no encontráis de arroz. Para ello necesitaremos ½ litro de vinagre y 12 g de cogollos de Drakstar. Ponemos los cogollos en el congelador durante 3 o 4 días para que el frío nos ayude a extraer mejor el THC. Después, los trituramos y los añadimos al vinagre para dejarlos macerar en la nevera otros 3 o 4 días. Pasado este tiempo lo filtramos con un colador de tela y ya tenemos nuestro vinagre de arroz o mirin cannábico. Si queremos potenciar el aroma a marihuana podemos introducir un cogollo en la botella que hayamos elegido.
Para la cocción o escaldado de las “acelnacas” habrá que limpiar muy bien las acelgas y las espinacas para que en ningún caso queden restos de tierra. Ponemos el agua a hervir y preparamos un bol con el hielo y agua fría hasta cubrirlo. Cuando llegue a ebullición sumergimos las espinacas y contamos 10 segundos para después sacarlas rápidamente e introducirlas en el bol con el hielo. Esto ayudará a cortar la cocción y fijar la clorofila para que nos queden con ese verde vivo que buscamos. Con las acelgas, además de la tierra habrá que despojarlas de la mayor parte del tallo o penca, procurando dejar solo la parte verde de las hojas. Para su cocción procedemos de la misma forma pero dejándolas sumergidas en el agua hirviendo 20 segundos. Una vez bien frías las vamos a escurrir al máximo, ya que de esto depende gran parte del éxito de esta receta. Para ello os aconsejo que las apretéis con vuestras propias manos limpias, con fuerza, hasta que apenas suelten líquido.
Para la salsa Goma-ae tenemos que triturar el sésamo tostado, preferiblemente en un mortero, y añadir el azúcar. Mezclamos bien y a continuación agregamos la salsa de soja y el mirin cannábico. Habrá que batir con un varilla hasta que el azúcar esté bien disuelto.
Ya solo nos queda juntarlo en un bol grande y servirlo a nuestro gusto decorándolo con un poco de sésamo tostado por encima. Recomiendo comerlo con palillos y con un buen sofá o cama cerca para poder relajarnos a gusto.
Si queremos quedarnos solo con sus propiedades dietéticas y dejar de lado el colocón, siempre tenemos la opción de utilizar vinagre de arroz sin macerar con Darkstar. Para esta segunda opción no necesitaréis ni sofá ni cama.