Hoy vamos a hacer un viaje por la vieja Europa. Cogeremos la Original Cheese inglesa, el queso azul francés y el calabacín y los frutos secos del Mediterráneo para poder recorrerla sin pasar un solo control de aduanas. Aunque os aconsejo que os pongáis el cinturón de seguridad.
Elaboración
En esta receta he escogido la variedad Original Cheese por motivos evidentes. Esta variedad clásica británica es muy popular por su inconfundible aroma y sabor a queso. Estos sabores se van a unir en nuestro carpaccio al del cabrales y van a hacer disfrutar como nunca a los amantes de este producto. Por si fuera poco su potencia también es legendaria, así que es mejor que no te quede nada por hacer antes de degustarlo, porque su colocón te alcanzará estés o no preparado.
Vamos a comenzar nuestra receta de hoy con el proceso más largo, que es el aceite de oliva cannábico de Original Chesse. Como ya hemos hecho otras veces meteremos los cogollos o restos de manicura en un bote hermético hasta que esté lleno y los cubriremos con AOVE (aceite de oliva virgen extra) por completo. Lo cerramos bien y lo guardamos en un lugar alejado de la luz y el calor durante un mes o mes y medio, moviendo el bote ligeramente al menos una vez por semana. Después pasaremos el contenido por un colador de tela y obtendremos nuestro preciado oro líquido listo para el consumo.
La elaboración del carpaccio es bastante sencilla. Lo primero será lavar bien los calabacines y quitarles ambos extremos para después cortarlos en rodajas lo más finas e iguales entre sí que nos sea posible. También lavaremos bien los tomatitos cherry y los cortaremos por la mitad si son pequeños y en cuartos si son grandes, la idea es que queden del tamaño de media nuez pelada aproximadamente. En cuanto a los frutos secos los necesitamos sin cáscara y a ser posible tostados.
En esta ocasión montaremos el carpaccio en cuatro platos individuales. Vamos extendiendo las finas rodajas de calabacín que hemos cortado por toda la superficie del plato hasta cubrirla. Lo salpimentamos con sal Maldon o similar y pimienta negra recién molida. Colocamos los tomatitos cherry, los frutos secos y el Cabrales cortado en pequeños trozos del tamaño de los frutos secos. Lo ideal es que tengamos todos los ingredientes en cada bocado que nos llevemos a la boca y los sabores y texturas se mezclen dentro provocando así una explosión de placer que nos haga cerrar los ojos, y abrir la mente.
Para ello, para abrir la mente y el ánimo, culminamos la receta con el toque mágico que aliñe nuestro ser: mezclamos en un bol el AOVE cannábico, el normal y el zumo de limón y emulsionamos hasta obtener una salsa homogénea con la que seguidamente regaremos los carpaccios.
Y ya está. Así de fácil. Buen viaje y no olvidéis abrocharos el cinturón.