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100 canciones sobre drogas (17)

 “Esperando un domingo por la tarde / lo que ya había leído entre líneas / tus mentiras / sintiéndome como una aguja en oxidada vergüenza / entonces, ¿lloras o te ríes? / responde / partiendo en un tren del sur / ayer mismo me mentiste / promesas de lo que yo parecía ser / solo miré el tiempo pasar / todas esas cosas que me dijiste / respirar es lo más difícil de hacer / con todo lo que he dicho / todo eso está muerto para ti / mentiste, adiós”. Vocalista también del supergrupo Velvet Revolver, entre otras formaciones, a Weiland no le serviría de mucho ese rapto de sinceridad, pues sus dependencias no hacían sino acentuarse. En el 2015 fallecía a causa de una sobredosis accidental.

58 Stone Temple Pilots. “Interstate love song” (7” Atlantic, 1994)

Chico conoce chica. Las relaciones se complican, como siempre, y chico decide evadirse con heroína. Chica descubre el pastel. Chico promete a chica dejarlo. Chica se da cuenta de que le miente y lo envía a paseo. Una historia tan eterna como la del amor per se. Vocalista de la banda americana neogrunge Stone Temple Pilots, Scott Weiland protagonizaba en carne propia ese engaño al asegurarle a su novia en sus llamadas que, mientras se encontraba en Atlanta grabando el segundo álbum de Stone Temple Pilots, no tocaba la hipodérmica. Vil trola telefónica, por supuesto. Arrepentido, Weiland se ponía en el lugar de ella para escribir esta glosa a la fragilidad de la honestidad y las turbulencias del arrepentimiento. Sería uno de los más perdurables hits radiofónicos del grupo de San Diego, número uno en listas durante quince semanas: “Esperando un domingo por la tarde / lo que ya había leído entre líneas / tus mentiras / sintiéndome como una aguja en oxidada vergüenza / entonces, ¿lloras o te ríes? / responde / partiendo en un tren del sur / ayer mismo me mentiste / promesas de lo que yo parecía ser / solo miré el tiempo pasar / todas esas cosas que me dijiste / respirar es lo más difícil de hacer / con todo lo que he dicho / todo eso está muerto para ti / mentiste, adiós”. Vocalista también del supergrupo Velvet Revolver, entre otras formaciones, a Weiland no le serviría de mucho ese rapto de sinceridad, pues sus dependencias no hacían sino acentuarse. En el 2015 fallecía a causa de una sobredosis accidental. 

57 The Beatles. “Got to get you into my life” (del álbum Revolver, Emi, 1966)

Son varias las canciones teóricamente conectadas a las drogas computadas en el cancionero de los Beatles: “Day tripper”, “Magical mystery tour”, “With a little help from my friends”, “I am the walrus”, “Happiness is a warm gun”, “She said she said”, “Lucy in the Sky with Diamonds”, “Tomorrow never knows”, “Strawberry fields forever”. Los de Liverpool comenzaron su relación con las sustancias en 1960, descubriendo la bencedrina. Posteriormente, en Hamburgo, cataban Preludin. Dylan les introducía el año 1964 en la marihuana, que zarandeaba especialmente a McCartney. En 1967, las firmas del grupo y Brian Epstein aparecían en un manifiesto publicado en Times abogando por la legalización de la yerba. Tanto Lenon como Harrison serían arrestados por posesión de cannabis, mientras Macca, por su parte, escribía esta encriptada declaración de amor a la solanácea: “Estaba solo, me di una vuelta / no sabía lo que iba a encontrar / otro camino por el que quizá pudiera / ver otra manera de pensar / oh, entonces apareciste tú / oh, ¿te he dicho que te necesito / cada día de mi vida? / no huiste, no mentiste / sabías que solo quería abrazarte / y aunque te hubieses ido, sabías que a la larga / nos habríamos encontrado porque te dije / oh, que tu destino era estar junto a mí / oh, y quiero que me oigas / dime que estaremos juntos cada día / quiero que entres en mi vida / ¿qué puedo hacer?, ¿qué puedo ser? / cuando estoy contigo quisiera quedarme ahí / si te soy sincero, nunca me iré / y si lo hiciera, conozco el camino de vuelta”. 

56 The Tubes. “White punks on dope” (7” A&M, 1975) 

The Tubes
The Tubes

En su primer LP, la llamativa y satírica banda de Arizona instalada en San Francisco desmentía con esta composición, sin duda musicalmente inspirada en David Bowie, la creencia de que las drogas eran patrimonio del gueto y las clases bajas, fomentado su uso por la pobreza. Los ricos también se colocaban y echaban su vida por el desagüe. Nina Hagen, Mötley Crüe y Ric Ocasek grabarían sus versiones de esa canción que se emplazaba en la lista de singles británica e inspiraba con una de sus estrofas el título del segundo álbum de The Clash. “Me fundí mi pasta en todos los colocones que pude / perdí el tiempo en todos los colegios de Los Ángeles / descontrolado, no me importaba lo que los chavales dijeran / somos escoria blanca drogada. / Mami y papi se mudaron a Hollywood,  me ahorcaré cuando tenga suficiente soga / no puedo desintoxicarme, aunque sé que debería hacerlo / escoria blanca drogada / otros chavales viven en el gueto / pero nacer en Pacific Heights no parece mucho mejor / somos escoria blanca drogada / me pone malo que mis colegas sean putos ricos / tengo que pillar tema cuando me haga con esa picazón de rico / suena muy distinguido vivir en un castillo / tan solo como no pueden ni imaginar los otros chavales”. 
 

Este contenido se publicó originalmente en la Revista Cáñamo #250

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