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España se droga, parte 2

Sería inconcebible hoy en día que esta apología del principal alcaloide extraído del peyote obtuviera interinato en la radiofórmula. Sin embargo, Carlos Segarra se aseguró con ella una fuente prácticamente inagotable de derechos de autor al viralizarse, convertida en un clásico no ya solo entre los asiduos a la ruta bakaladera de los primeros noventa, siendo la mesca una de las sustancias de cabecera de dicho colectivo, sino entre el público pop-rock en general.

Puesto que la serie por entregas 100 Canciones sobre Drogas se restringe a la producción anglófona, sería una injusticia omitir otros fértiles terrenos lingüísticos en los que ha proliferado la narcocanción. Como ya hiciéramos con la cosecha francesa en el artículo “La otra French Connection” –donde, por cierto, se nos pasó por alto “My Lady Héroïne”, de Serge Gainsbourg–, presentamos a título complementario este recorrido por el exuberante erario tóxico de nuestras letras vernaculares. ¡Qué no decaiga! 

26 LOS REBELDES, “Mescalina”, 1987
Sería inconcebible hoy en día que esta apología del principal alcaloide extraído del peyote obtuviera interinato en la radiofórmula. Sin embargo, Carlos Segarra se aseguró con ella una fuente prácticamente inagotable de derechos de autor al viralizarse, convertida en un clásico no ya solo entre los asiduos a la ruta bakaladera de los primeros noventa, siendo la mesca una de las sustancias de cabecera de dicho colectivo, sino entre el público pop-rock en general. “Mescalina, soy feliz / cuando estás dentro de mi / siempre que me besas / en la boca o en la nariz / haces que me vuelva loco / no puedo parar de reír / tú no eres como las demás / pura ruina y nada más / en cambio, tú eres un amor / mescalina, mi amor / me haces perder la razón / aún llevo muy dentro de mí / la noche en que te conocí / en la luna de Valencia / yo me enamoré de ti / bailando hasta la madrugada / me hiciste gritar así / mescalina, mi amor”.

Los Secretos
Los Secretos, "Agárrate a mí, María"

27 LOS SECRETOS, “Agárrate a mí, María”, 1996
“Estoy metido en un lío / y no sé cómo voy a salir / me buscan unos amigos / por algo que no cumplí / te juré que había cambiado / y otra vez te mentí / estoy como antes colgado / y por eso vine a ti / agárrate fuerte a mí, María / que esta noche es la más fría / y no consigo dormir / agárrate fuerte a mí, María / que tengo miedo / y no tengo dónde ir / mañana, cuando despiertes / estaré lejos, en fin / no creo que pase nada / de otras peores salí / si acaso no vuelvo a verte / olvida que te hice sufrir / no quiero, si desaparezco, que nadie recuerde quién fui”. Se confiaba metafóricamente Enrique Urquijo a los brazos de su recién nacida hija para intentar superar de nuevo la adicción a la heroína; sin éxito, pues fallecía a causa de una sobredosis tres años después. Con anterioridad, Los Secretos ya habían incurrido en esa temática en “Buena chica” y “Colgado” (“me quedé como un cuadro a su pared pegado / que nada tiene que hacer salvo seguir colgado”).

28 EL PELOS, “La grifa”, 1978 
“Yo vengo de la isla, de la isla de Japón / de fumarme cuatro porros que mi novia me invitó / La grifa es una cosa que te pone ciego / te ve la pestañí y te lleva pa’l talego / Dame chocolate que me ponga bien / que estando yo entre rejas me acordaba de él / Talego, talego, qué dolor / En una discoteca de Lloret de Mar / vino una niña más que me invitó a fumar / me puse tan ciego que no veía ná / llegó la pestañí y me volvió a ligar / Talego, talego, qué dolor”. Rumbero de gasolinera de la escuela de los setenta, casi siempre acompañado de sus secuaces Los Marus, Antonio García Solomando, El Pelos, hizo de esta égloga al hachís su mayor éxito. Pero también le cantó a la marihuana en “El pasota”: “Yo paso de todo menos del canuto / me quita las penas y me pone a gusto / ¡toma! / si tengo problemas me cojo un papelito y me fumo un canuto”. 

29 KORTATU, “Nivel 30”, 1986
Creador junto al dibujante Tanino Liberatore del antihéroe de cómic RanXerox, el guionista Stefano Tamburini fallecía en 1986 a causa de una sobredosis de heroína. En su álbum El estado de las cosas, la banda de los hermanos Muguruza homenajeaba al difunto en clave de rock radical: “Pero a dónde ir cuando no ve el camino / te has destrozado los circuitos del cráneo / te has arrancado el corazón / para la heroína en esta aventura / maldita aventura de coacción sintética / todavía recuerdo las bandas unidas / hasta que llegaste jodiendo poco a poco / para acabar expuesta en Lampedusa / recuperando el hiperrealismo / ‘cadáver de joven toxicómana’ / no ves en colores y ya no ves nada / vuelves a lanzarte en tu carrera / la vida se convierte en un estado de la mente / ahora y por fin nada te va a preocupar / el nivel 30 siempre será / el favorito para traficar / ¡maldita cerda!, has matado a Tamburini”. 

Leño
Leño, "El tren"

30 LEÑO, “El tren”, 1979
Durante una temporada, Rosendo Mercado se aficionó a los tripis, hasta que en un concierto el LSD le hizo sentir que su guitarra estaba hecha de espuma y que sus dedos se hundían sin remisión en ella, reservando la lisérgida exclusivamente para usos recreativos. Incluida en el primer LP del trío madrileño que definiría las esencias del rock urbano, “El tren” es una rememoración de aquellos tiempos y hace referencia a un ácido que se llamaba “tren azul”. Conduce con precaución, viene a decirnos en ella el rapsoda de Carabanchel: “Sube a mi tren azul / su dulce chimenea te puede dar / algo que hace tiempo buscas tú / si controlas tu viaje serás feliz / el tren / un día yo quise viajar en él / subí despacio y me acomodé / vi rostros deshechos de satisfacción / el tren / después de latir a velocidad / ya va lento a su final / casi tú sabes cuándo va a parar / si controlas tu viaje serás feliz”. 

La Mala Rodriguez
La Mala Rodriguez, "La niña"

31 LA MALA RODRÍGUEZ, “La niña”, 2003 
Que los menores también trafican no es ningún descubrimiento. Pero la rapera gaditana extrajo rédito de esa desatendida variante de la subcultura narco con este tema al que la prensa tildó de “políticamente incorrecto”, cuando en realidad exhortaba a algo tan políticamente correcto como glorificar las virtudes redentoras del trabajo según los dogmas del esclavismo capitalista. En fin. “Esta es la historia de una niña que vivía en el barrio de la Paz / de ella se decía que quería vender droga como su papá / por ella nadie apostaba / su futuro se nublaba / y no había hecho más que empezar / ¿quién no quiere dinero? / pa gastarlo en la ciudad / quería pan, quería joyas / no valoras nada si no lloras / lo mejor de no tener nada / es tener que trabajar y sudar / por apartar la miseria a un lado /.../ ella lo tenía, ella lo sabía / muchos son los talentos que se pierden en la nada / pero cuando tú solo sirves para traficar / es lo que pasa”. 

32 LOS CHICHOS, “Dónde vas (Estoy metío en la droga)”, 1982
Emperadores de la rumba taleguera, Los Chichos fueron fidedignos cronistas de la dramaturgia tóxica inherente al canalleo gitano. “Estoy metío en la droga / esta maldita heroína / yo quiero quitarme de ella / y me va a costar la vida / no te vayas, compañera / quédate a la vera mía / ¡ayúdame! / la droga tiene tristeza / la droga tiene alegría / la droga te va matando por la noche y por el día / y asín te vas acabando como una vela encendida”. Otras muestras de esa tendencia serían “Maldita droga” y “Por mi culpa” (“Me porté como un canalla / no supe hacerte feliz / yo sé que estoy corrompido / lleno de alcohol y de droga / de mujeres prostitutas / porque Satanás nos compra”). En la versión original de “El del medio de Los Chichos”, de Estopa, el espíritu de El Jero se les presentaba en sueños anunciando la dura realidad post mortem: “Me ha dicho que en la otra vida / las está pasando canutas / porque no encuentra heroína / me ha dicho que está muy solo / con el mono todo el día”. 

Los Porretas
Los Porretas, "Marihuana"

33 PORRETAS, “Marihuana”, 1997
Hija del madrileño barrio de Hortaleza y autora también de “Rock and petas” y “Tripis”, esta banda bisagra entre el rock urbano y el punk obtenía su mayor éxito con una sui géneris reescritura de la historia en salvaguarda de la yerba. “No sé por qué hay gente que siempre nos señala / cuando nos fumamos un poquito marihuana / si es muy natural y no tiene perjuicios / tú que la criticas y le pegas al orujo / hará ya muchos años los indios la fumaban / y que yo sepa no se murió ninguno / estaban con la pipa dale que te pego / cuando se dieron cuenta hacían señales de humo / no la fuman los celtas tampoco los romanos / por eso están todo el día liaos dándose palos / aluego los hippies la pusieron de moda / y pa legalizarla se quedaron todos en bolas / y ahora en estos tiempos la fuma todo el mundo / aunque no trabaje aunque no tenga futuro / y si no eres tonto ya sabes que te digo / que no bebas tanto, que te líes un cigarrito”.

Mecano
Mecano, "Barco a Venus"

34 MECANO, “Barco a Venus”, 1983 
Originalmente titulada “Yonqui”, Nacho Cano la compuso alarmado por la plaga de toxicomanías que se desató en la escena musical española a principios de la década de los ochenta. “Canción emblemática del problema de la drogodependencia”, según la prensa de la época, fue el tema escogido para poner broche a un festival organizado por la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción con objeto de limpiar la imagen de los músicos. “Queremos dejar claro que música y drogas no tienen por qué ir unidas”, declaró el autor sobre ese acto colectivo de cinismo en el que la mayoría de sus participantes concursó embriagada. “Sabes que pasas por la vida / sin salir de tu mentira / que muchos alimentan / y que crece día a día / la mafia te persigue / y te coge la policía / te encierran y te sueltan / y todos te dicen / déjalo ya / sabes que nunca has ido / a Venus en un barco / quieres flotar / pero lo único que haces es hundirte”. 

35 FANGORIA, “No sé qué me das”, 2001
En realidad composición del trío Heroica, obsequiándosela a Olvido y Nacho le harían el favor de su vida a Fangoria, que obtenían uno de sus mayores éxitos con esta enésima promesa rota de un consumidor de sustancias incapaz de decir no. “Puede que solo sea artificial / puede que a mi manera me sirva para olvidar / prometí que nunca volvería a caer, pero esta vez no lo quiero evitar / es que me hace volar / como el águila que vuela en libertad / sobre el valle lejos de la tempestad / como el viento cuando cruza la ciudad / con el rumbo fijo y sin mirar atrás / no sé qué me das / que me hace volar / más alto de lo que nunca soñé / puede que solo dure un poco más / dicen que lo que sube también tiene que bajar / como el sol entre las nubes hacia el horizonte ir / sabiendo que mañana amanecerá / no sé qué me das / que me hace volar / como una montaña se vuelve volcán / y de un remolino surge un huracán / como una granada a punto de explotar / como el Dr. Jekyll se transforma en Hyde”. 

36 ESKORBUTO, “Cerebros destruidos”, 1986 
“A mí me gustaban los Rolling Stones, y esa gente se metía heroína y me parecía que era una forma de protestar contra la sociedad”. Vaca sagrada del punk radikal vasco, Eskorbuto fueron diezmados por el opiáceo, empezando por Iosu Expósito, que no obstante tuvo tiempo de meditar largo y tendido sobre esa sustancia, un mundo sin futuro para nadie, según su victimizadora circunstancia: “Perdida la esperanza, perdida la ilusión / los problemas continúan, sin hallarse solución / nuestras vidas se consumen, el cerebro se destruye / nuestros cuerpos caen rendidos, como una maldición / el pasado ha pasado y por él nada hay que hacer / el presente es un fracaso y el futuro no se ve / la mentira es la que manda, la que causa sensación / la verdad es aburrida, puta frustración / prefiero morir como un cobarde que vivir cobardemente / el terror causando hábito, miedo a morir / ya estás muerto, ya estáis muertos”. 

37 EL ÚLTIMO KE ZIERRE, “Hachís”, 1993 
“Hachís que me matas / pero sin ti no podría vivir / te canto bajo tus efectos / eres mi mejor defecto / por ti que me vicias / y me dejas sin un duro / siempre acabo por las calles / en busca de tus favores / siempre estás conmigo / siempre estás conmigo, tú / yo que soy frágil / y estoy débil y enfermizo / ya no duermo por las noches / entre toses y sudores / yo me despierto / y te agarro entre mis manos / manipulo tu figura / de ese cuerpo que se fuma / siempre estás conmigo, tú / hachís, qué feliz”. Una fatiga, eso de la dependencia. Los punk-rockers de Castellón así lo aceptaban, y gustosamente con tal de saborear la turgente compañía cerebro-pulmonar del chocolate. Más trágicos se ponían en “Veneno”, otra de sus canciones: “Lleno mi cuerpo día tras día / lleno mi cuerpo de porquerías / y reventar es lo que busco / no me despiertes si estoy soñando / no me entretengas si estoy viajando / no me des nada si no es veneno”. 

Manzanita
Manzanita, "Polvos blancos"

38 MANZANITA, “Polvos blancos”, 1991 
Sin terapias que valgan, amparándose en argumentos de peso, aleccionaba el padrino del nuevo flamenco a un baranda a “sacar el caballo” de su loca vida. De lo contrario, lo pagaría caro. “No tienes derecho a vivir en paz / tú me has hecho daño, lo vas a pagar / esos polvos blancos que te tomas siempre / están acabando con tu loca suerte / por favor, no te lo pongas porque sabes que te mata / no te das cuenta de que la vida se te acaba / y haces sufrir a las personas que te aman / saca el caballo, que cabalga entre la vida y la muerte / que te hace enloquecer lentamente / saca el caballo, yo sé que puedes, tú eres más fuerte / te has abandonado, anda y mírate / ya no te respetan, desengánchate / no sigas nadando en el río blanco, corre hacia la luz que te está llamando / sin saber, tú has galopado en el caballo de la muerte / déjalo pronto y no juegues más con tu suerte / ponte las pilas y dile adiós ya para siempre”. 

39 MELENDI, “Cannabis”, 2005
“Si tienes dolor de muelas / o piedras en el riñón / si no hay na en tu nevera / y no sonó el despertador / si te visita la suegra / si un atasco te atrapó / si una escopeta de feria / falla menos que tu corazón / en mi caso yo no dudo / yo lo quemo, yo lo fumo / yo lo lío entre mis brazos / yo lo vendo y te lo paso / cannabis duele hasta tirar la ceniza / cuando salgo de copas, estreno camisa / se pasa de moda y me como la moda / yo fumo sin prisa, con la mayor alegría / para mi cuerpo serrano con un peta en la mano / si fueras mujer, yo hubiera dejado a la mía, maría / si la sufres en silencio / no llegas a fin de mes / si a tu novia esta en las fotos / le huelen muy mal los pies / si te duelen las muñecas / de matar tu soledad / si vas de mal en peor / apatrullando la ciudad / en mi caso yo no dudo / yo lo quemo, yo lo fumo / yo lo lío entre mis brazos / yo lo vendo y te lo paso”. Menos frívolo se mostraba el ovetense con el jamaro en otras composiciones suyas como “El informe del forense” o “Con tanto héroe”. 

40 COSTA SUR, “Yo soy un yonqui” 198?
Interpretada también por otros compañeros de fatigas gasorumberas como Tijeritas y Tony el Gitano, y objeto de versión en el álbum de Década Taleguera Número uno en gasolineras –que incluía de regalo una jeringuilla que en realidad era un bolígrafo–, esta declaración de yonquismo irredento no parece confiar excesivamente en los efectos placebos de la metadona. “Yo soy un yonqui, no puedo negarlo / me gustan las papelas, y ese polvo blanco / la pobre de mi mamá, la tengo amargaíca / siempre que la veo, llorando por las mañanitas / ella a mí me dice que deje esa heroína / cuando me da el mono, no puedo aguantar / me dan escalofríos, me pongo yo a temblar / cuando me ve mi mamá, se echa a llorar / ahora yo estoy con la metadona, a ver si yo cambio / y soy otra persona / yo soy un yonqui, no puedo negarlo”. Costa Sur también adaptaba “La grifa” de El Pelos bajo el título “La grifa del Japón”. 

Alarma
Alarma, "Frío"

41 ALARMA, “Frío”, 1985
Antes de hacerse famoso y después de formar parte de Cucharada, Manolo Tena echaba la dentición al frente de Alarma, trío de rock urbano madrileño escuela Leño. Con ellos grababa esta reflexión a propósito de su adicción a la heroína –que no superaba prácticamente hasta un año antes de su fallecimiento–, uno de sus mayores éxitos, retomado por Los Secretos, El Drogas, Quique González y Barricada, entre otros. “El reloj de la suerte marca la profecía / deseo, angustia, sangre y desamor / mi vida llena y mi alma vacía / yo soy el público y el único autor / las olas rompen el castillo de arena / la ceremonia de la desolación / soy un extraño en el paraíso / soy el juguete de la desilusión / estoy ardiendo y siento frío, frío / grito los nombres pero nadie responde / perdí el camino de vuelta al hogar / sé que estoy yendo pero no sé hacia dónde / busco el principio y solo encuentro el final / termina el sueño, suena el disparo / soy el delirio, soy la confusión / soy solo un verso que está equivocado / mientras la muerte deja caer el telón”. 

42 EL PESCAO, “Buscando el sol”, 2010 
Surgido de las cenizas de El Canto del Loco, David Otero, alias “el Pescao”, incluyó en su primer álbum en solitario esta campestre estampa a la marihuana: “Siempre que me despierto / busco algo que me de esa sensación / te encuentro y paso el tiempo / navegando entre el misterio y tu sabor. / Y la imaginación vuela para recorrer / el resto / me creas un estado tan aislado / y perfumado por tu olor / no sé si estás detrás / o soy yo el que está allí / y entro en un estado tan perfecto / pareces deshacer todo lo que está aquí / y encuentro que hay un lado casi opuesto / haces que se me pasen las horas / y salga el sol, a veces, antes de tiempo / creces siempre en lugares secretos / buscando el sol, buscando el sol... / si salgo paseando por el parque / con las flores / me encuentro y me hago parte / de las risas que se crean / con tu olor / y veo el cielo azul / vienen mis amigos con el resto”. 

43 RAMONCÍN, “Polvo blanco”, 1985
Cronista de lo marginal, Ramoncín rimó esta observación sobre lo conveniente de tropezar con un camello en ciertos momentos de la noche: “Vas por la calle, buscando una emoción / estás vacío, la noche te quemó / te tiemblan las rodillas, los ojos se te caen / encuentras un amigo, te dice lo que hay / Yo tengo la vida en mi poder / doy la alegría y el placer / si quieres un poco lo tendrás / me pagas el precio y a volar / La luna se ha escondido, la busca terminó / el día pasa muerto, la noche despertó / te sientes el más fuerte, las chicas te amarán / tengo lo que todos esperáis / vuestras vidas las puedo controlar / Para ser grande hay que tener / polvo blanco en un papel / la gente mira alrededor / buscan la raya que les haga subir / sentir el mundo a tus pies / por una noche ser el rey / saber que todo es para ti / Tener el polvo que les hace vivir / no olvides quién te ayuda, el día llegará / no vale ser hermoso, cuenta lo que tienes / Aquí tienes tu parte, me debes un favor / recuerda que en el polvo se pierde la razón”. 

44 MANOLO KABEZABOLO, “Spiz amarillo”, 2005
El cantautor punk zaragozano lo tiene muy claro. Ni coca, ni costo, ni tripis; lo que importa en el universo perroflauta es la anfetamina, de confección casera si es posible. “Me miraste con ojos de gacela, me dijiste dale caña a la papela / se te puso cara de viciosa, me pediste algo de coca golosa / Pero yo que soy punky de barrio, paso mucho de la cocaína / y como sé del spiz los ingredientes, lo preparo para mí y para mi gente / tengo un spiz amarillo / si está bueno te lo pillo / está muy bien pal jolgorio, lo hago en mi laboratorio / Hay que llevar siempre spiz, y castigar el tabique / conseguirás no dormir, y tener un buen palique / Se te ponen ojos de ternera, cuando fumas ese costo de primera / se te vuelve el coco hacia lo jipi, cada vez que pruebas un cacho de tripi / pero si vuelves a pedirme coca, te diré que te busques tú la roca / y si piensas que te han dado muy poca, mételes una patada en la boca”. 

Muro
Muro, "Desengancha"

45 MURO, “Desengancha”, 1992
Drástica variante del “Di no a las drogas”, la que proponía esta banda vallecana de speed metal dejaba a los yonquis solos con su responsabilidad. “Hecho polvo por la calle vas / no te puedes ni mover / hoy no sabes a quién robarás / para poderte poner / a mí no te arrimes / porque te voy a meter / yo no tengo nada contra ti / mientras me dejes en paz / si tu mono quieres combatir / ponte a trabajar / si has caído en ello / la culpa la tienes tú / pasa del camello / o te irás al ataúd / sálvate, poco puedo hacer por ti / sálvate, desengancha de una vez / sálvate, si te libras vivirás / sálvate, no te quieras suicidar / Os habéis logrado convertir / en plaga de la sociedad / por una papelina pasáis / de familia y amistad / hay cosas más bellas / que ponerte y volar / un consejo te quería dar / por tu bien y por mi bien / vuelve a ser humano otra vez / y se te aceptará / bájate del burro / nada tienes que perder / pues de lo contrario / un día qué vas a ser”. 

46 QUECO, “Caballo maldito”, 2004
“Llevo por mis venas un caballo galopando / Corre por mi sangre una aguja lo va guiando / Caballo maldito, tú me estás matando, tengo que dejarte / Y cada vez vuelo más alto / Ya la vida viví / Hasta que un día te conocí / Hoy ya no puedo engañarme / Mi sangre es veneno / Las puertas de la muerte yo vi / Peleaba por sobrevivir / Hoy ya no puedo luchar contra ti / Pues tú siempre me ganas / Creí que eras amigo mío / Qué daño me estás haciendo, caballo maldito / caballo maldito, caballo maldito / Ahora sin ti no puedo vivir / Te llevo y formas parte de mí / Y si algún día tú me faltaras / Sería llorar y sufrir / Quién fuera capaz de olvidar / Y comenzar de nuevo a vivir / Pero mi cuerpo comienza a temblar / Te busco y muero sin ti”. Compositor y productor flamenco de éxitos para Azúcar Moreno, Niña Pastori y Raimundo Amador, el autor de “Aserejé” incluía en su segundo álbum en solitario esta redundante anatemización caballista. 

Joaquín Sabina, Física y Química
Joaquín Sabina, Física y Química

47 JOAQUÍN SABINA, “Conductores suicidas”, 1992 
El insigne crápula al que se refiere Sabina en esta canción no es otro que Manolo Tena, ya mentado en otra entrada. Aunque distanciados durante un tiempo, ambos serían camaradas de oficio y vida, si bien sus respectivos organismos no fueron a la par. Sabina sobrevive aún a todo tipo de achaques; Tena falleció tras luchar durante años con la adicción al burro. “Salías a hacer turismo al borde del abismo / pero creo que de un tiempo a esta parte / te has deslizado al lado marrón / tú que eras un maestro en el difícil arte / de no mojarte bajo un chaparrón / buscando en la basura un gramo de locura / dime que es falso que ya nunca escribes / que has empeñado el reloj de Raquel / que tu corazón no haya quien lo motive / que has perdido siete kilos en un mes / ¿cómo te has dejado llevar a un callejón sin salida? / el mejor dotado de los conductores suicidas”. En “Princesa” y “Barbi Superstar” Sabina también aludía a las drogas. 

48 EL ÁNGEL Y LOS VOLCÁNICOS, “Y me fui de noche”, 1994
Multidisciplinar artista de culto y depositario de las enseñanzas de Lou Reed, El Ángel, o Ángel Caballero, fue un yonqui vocacional, reverso tenebroso de la movida: “Coincidió la transición política con la explosión de un montón de grupos de rock, con mucha gente que vivía de otra forma. Éramos músicos y éramos adolescentes; oíamos ‘Heroin’ y queríamos ser como Reed, Dylan, Iggy. Querías ser el más golfo, el más yonqui, el más pálido, llevar las chicas más guapas de la mano. Caímos de una manera salvaje en el caballo, sin medias tintas, o estabas en la historia a saco y a muerte o no estabas”. Cómplice de Ana Curra, fallecía a causa del sida, no sin dejar varios poemarios y el álbum Polvo de Ángel, que incluía una versión de “Sister Ray” en español y “Y me fui de noche”: “Un cuarto mal pintado / una cama que olía mal / unas papelas y unas cucharas / y a mi lado un cuerpo de cristal / y te vi venir / y te vi marchar / y solo te pedí un favor / nena, déjame sangrar”. 

49 LOS RODRÍGUEZ, “Aquí no podemos hacerlo” 1995
Es bien conocida la militancia cannábica de Andrés Calamaro, encausado en su país, y absuelto, por apología del fumeteo. En esta canción manifestaba su desacuerdo con el prohibicionismo: “Morena con la piel de chocolate / no dejaremos de ser dos amantes tú y yo / siempre te llevo guardada muy cerca del corazón / aunque digan que aquí no podemos hacerlo / nunca quise apurarte y que te quemes mal / mis dedos solo sirven para tocarte a ti / un beso, otro beso y la pena se va con el humo / y dicen que aquí no podemos hacerlo / creo que sé cómo hacer para resistir al tiempo / sé cómo hacer para olvidar el dolor / pero si dicen aquí no puedo, no creo que encuentre un motivo bueno /.../ levanta la voz si te dicen qué hacer y qué no hacer / cuanto más grande es la pena más ruido va a hacer al caer / no te voy a sacar de mis planes solo porque digan aquí no vale / y vamos a seguir empezando de nuevo / aunque digan que aquí no podemos hacerlo”. 

La Polla Records
La Polla Records, "El escorpión"

50 LA POLLA RECORDS, “El escorpión”, 1988 
“Aquí empieza el juego / que todos conocéis / chuta, caballo y rey / entra la aguja / te sientes bien / brillo en los ojos / callo en la piel / se acaba pronto / y tú a la vez / hay que salir a buscar más / mala hostia y estar mal / fíame algo, ya te daré / fuerte bronca al no pagar / persecución, hay que correr / los coleguillas que ya no fían / como eres pobre vendes todo / pero eso es poco y ahora a sudar / y esos temblores que te dan / un palo desesperao / caja de ahorros, pero cuidao / si te ligan a mamar / talego y mono encerrao / y dios y la virgen / los santos del cielo / la Biblia en verso / el copón bendito / el niño Jesús / y los pastorcitos / el juego continúa / más suerte, más te dura / enfrente la muerte sonríe”. Telegráfica reducción verité de lo que podría ser un guion de cine quinqui, la desarrollada por los de Salvatierra, banda seminal del punk vasco junto a Eskorbuto y Cicatriz, constituye un prodigio de síntesis. Atención también con “Carne pa la picadora”.
 

Este contenido se publicó originalmente en la Revista Cáñamo #249

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