El Ministerio de Salud de Colombia confirmó hace unos días la inclusión de los fármacos de cannabis medicinal a base de plantas dentro del sistema de cobertura médica obligatoria. Esto quiere decir que, a partir del pasado 1 de enero, todos los proveedores de seguros médicos de Colombia deben cubrir los costos de las recetas médicas de cannabis para los pacientes.
Según los detalles del documento preliminar del ministerio publicado hace unas semanas, los medicamentos a base de derivados del cannabis sólo podrán ser objeto de solicitud para recibir la financiación pública cuando sean prescritos por un profesional de la salud. La resolución también establece la creación de un registro específico para los fármacos derivados del cannabis e indica que se realizará un seguimiento especial para el uso de estos productos con el fin de detectar posibles casos adversos por su uso.
Las dolencias y enfermedades evaluadas por Instituto de Evaluación Tecnológica en Salud (IETS), para las que se ha aprobado el uso de fármacos a base de cannabis, incluyen la fibromialgia, las epilepsias refractarias, los trastorno del sueño y del apetito, el dolor crónico asociado o no al cáncer, el dolor neuropático crónico y la caquexia asociada al cáncer.
“A partir del 1 de enero de 2023 los colombianos contamos con las preparaciones magistrales con derivados de cannabis como parte de los servicios y tecnologías en salud financiados con recursos de la Unidad de Pago por Capitación (UPC), que se conocen generalmente como el Plan de Beneficios en Salud, estos nuevos servicios y tecnologías de salud incluyen las preparaciones magistrales con cannabis siempre y cuando sean prescritas en alguna de las indicaciones para las cuales el IETS validó que el cannabis tiene eficacia terapéutica”, explicó al diario Semana Juan Diego Álvarez, director de una clínica Colombiana especializada en cannabis.