La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, volvió a cargar contra el cannabis. La última estampida contra la planta la realizó ayer, durante el Pleno de la Asamblea donde se estaba debatiendo el Plan Regional sobre Drogas y que está dirigido para restringir el acceso a los productos que se comercializan en las tiendas de CBD. El proyecto del Ejecutivo pretende hacer campañas contra el chemsex y triplicar la plantilla de profesionales para trabajar en los centros de salud que atienden a personas con trastornos de adicciones a sustancias.
“La droga destroza vidas enteras y provoca fracaso escolar, personal, laboral”, aseguró Ayuso, quien no aportó un solo dato en su declaración, ni siquiera cuando dijo, a continuación, que “desde muy jóvenes, 12, 13, 14 años, los niños están empezando a consumir marihuana y otras sustancias parecidas, que son tan perjudiciales”. La presidenta de la Comunidad de Madrid tampoco diferenció los usos recreativos del cannabis de los fines terapéuticos.
Las declaraciones de Ayuso contra la planta sucedieron mientras presentaba en el Pleno de la Asamblea su plan para restringir el acceso de los productos de las tiendas de CBD que se comercializan en tiendas autorizadas a partir de regulaciones europeas. Esta determina que los derivados de la planta no pueden superar el 0,3% de THC. Pero la madrileña pretende restringir la actividad.
Por su parte, la portavoz de Más Madrid, Manuela Bergerot, le cuestionó a Ayuso que la presidenta de la Comunidad pretende “dejar en manos del mercado negro la regulación de la marihuana. Es más fácil conseguir marihuana que conseguir cita en su médico de cabecera”, dijo.