Algo menos de cinco gramos de cannabis es la cantidad de sustancias ilegales que la policía incautó como consecuencia de una aparatosa operación de unos 50 agentes contra un retiro de plantas tradicionales chamánicas. Ese es el resultado de los análisis que la policía ha realizado sobre las sustancias incautadas durante la operación, que ahora han sido entregados al juez encargado del caso, según ha publicado el diario Nortes.
La operación tuvo lugar el pasado octubre en una casa de campo de Tuilla, un pequeño pueblo asturiano de 1500 habitantes, en donde había unas 25 personas reunidas. Tras seis horas registrando la vivienda, la policía se llevó a cuatro personas detenidas, pero sólo una recibió cargos: el hombre de origen sueco encargado de dirigir el encuentro, que fue denunciado por posesión de sustancias estupefacientes y al que el juez le retiró el pasaporte.
La policía dijo tras la operación que la persona detenida había recibido cargos por posesión de ayahuasca, pero ni la bebida de la ayahuasca ni las plantas con las que se prepara están fiscalizadas. “La ayahuasca no es una sustancia fiscalizada como droga por los convenios internacionales según la JIFE”, explicó en ese momento a Cáñamo el abogado Pedro Caldentey, quien ha participado en la defensa de casos relacionados con el uso de esta y otras plantas psicoactivas.
Todo lo que se ha encontrado han sido 3,3 gramos de hachís y 1,61 gramos de marihuana, una cantidad que difícilmente puede considerarse como indicativo de tráfico de drogas ni sostener una acusación por delito contra la salud pública. Previsiblemente el caso se archivará ante la ausencia de otras sustancias ilegales.