La muerte de dos agentes de la Guardia Civil sucedida hace dos semanas en las costas de Barbate, en Cádiz, cuando fueron arrollados por una lancha del narcotráfico, ha puesto de relieve la necesidad de discutir la actual política de drogas. El Alcalde de la Línea de La Concepción, Juan Franco, ha propuesto la regulación para terminar con la violencia que causa el crimen organizado. Otros, como el Partido Popular, reclamaron más recursos a las fuerzas de seguridad. En este contexto, la Confederación de Asociaciones Cannábicas (ConFAC) y Law Enforcement Action Partnership (LEAP), una agrupación que reúne a policías de todo el mundo a favor de la legalización de sustancias emitieron un comunicado para “abrir un diálogo inclusivo, maduro y sincero que considere todas las perspectivas”.
ConFAC y LEAP son dos de las organizaciones que más saben sobre los problemas sociales que causa la prohibición. Por eso, en el documento aseguraron que “los hechos ocurridos en Barbate subrayan la necesidad de reconsiderar políticas de drogas y explorar alternativas como los Clubes Sociales de Cannabis y la regulación del cannabis que puedan reducir la violencia y ofrecer soluciones más efectivas y humanas al problema del narcotráfico. Solo así podremos avanzar hacia una sociedad más segura y justa”.
El comunicado sostiene que los hechos acontecidos ponen de relieve uno de los muchos efectos perniciosos de la prohibición: el incremento de la criminalidad y una espiral de violencia cada vez más despiadada. “Las organizaciones delictivas que pugnan por el nicho de mercado, se traduce en víctimas ajenas al conflicto y los cuerpos de las fuerzas de seguridad. Lo vimos con la prohibición del alcohol en EEUU y lo vemos desde entonces con el resto de drogas que se mantienen en la ilegalidad”, dice el escrito.
“El debate público se ha focalizado, una vez más y de forma errónea, en la necesidad de aumentar los recursos de carácter punitivo para perseguir el narcotráfico. Sin embargo, insistir una y otra vez con la misma estrategia esperando resultados diferentes es un error que no deberíamos volver a cometer”, asegura el documento elaborado por ConFAC y LEAP.
Por último, el escrito realizado por los clubes sociales de cannabis organizados y el grupo de efectivos dice que “la persecución policial, por muchos medios y recursos que disponga, no tiene ningún impacto en el mercado de drogas ilícito. Como mucho, cambia su forma volviéndolo más eficiente, feroz y despiadado”, asegura. “Mientras que la intención de la prohibición de drogas es proteger de los daños asociados con el consumo de drogas, la estrategia de prohibición tiene el efecto contrario, exacerbando la violencia y el crimen, en lugar de mitigarlos”, cierra.