Un acuapónico combina dos sistemas para que funcionen de manera simbiótica: por un lado un acuario y por otra un cultivo hidropónico.

Un hidropónico es la forma de cultivo de plantas que elimina el suelo. Este sistema puede combinarse de forma eficiente con un acuario con peces, generalmente carpas u otro tipo de pescado pequeño, para que los dos sistemas se beneficien de los desechos de cada uno creando una relación de intereses mutuos.

La forma de funcionar de un acuapónico es similar a la del hidropónico pero las diferencias son críticas. Si en hidropónico alimentamos a la planta al añadirle nutrientes desde el agua aquí llegan gracias a los residuos de los peces. Estos desechos llegan a las raíces a través de un sistema de bombeo, por lo que en el acuapónico solo debemos alimentar a los peces.

Al dar de comer a los peces estos producen desechos de nitrógeno que es lo mínimo necesario para que crezca una planta. Pero esto solo funciona si estamos plantado algo parecido a la yerba. Si son tomates o vegetales o marihuana vamos a necesitar mucho más como fósforo o potasio.

La maría debe ir plantada en algo de suelo que sobresale del agua mientras que la otra parte estará sumergida (ver la imagen). La mejor manera de separar los dos ambientes de la planta es la arpillera. De esta manera podemos alimentar a la planta tanto por la tierra como por el agua. Hay que prestar atención a que los nutrientes de la tierra no saturen el agua pues podría dar al traste con todo el sistema.

Cultivar así tiene algunas ventajas. Son sistemas bastante autosostenibles de 2x1: cultivas plantas y haces crecer peces. De hecho, los alimentos específicos para acuapónicos garantizan que tu planta no va a recibir tóxicos que puedan estropearla. El gasto de agua es de aproximadamente un 90% menos, lo cual, amigos, es mucho ahorro.