Aunque el suceso se produjo a finales del año pasado, ha sido ahora cuando la Guardia Civil ha informado de ello, una vez identificado el ciudadano británico receptor de la carga.
Los agentes de la Benemérita intervinieron 1.282 kilos de hachís y 827 de marihuana ocultos en un cargamento de repuestos para vehículos almacenado en el Puerto Seco de Madrid, ubicado en Coslada, con la intención de hacerlo llegar a su destino final, el Reino Unido. El dispositivo que realizó el decomiso fue desarrollado por agentes aduaneros en el marco de la Operación Ecos. Los agentes descubrieron que la remesa, que procedía de Marbella (Málaga), quería ser transportada bajo el epígrafe de exportación de “piezas de repuesto de vehículos”, lo que despertó inmediatamente las sospechas de los policías porque, según han detallado a Efe, “existen formas mucho más baratas” de enviar este tipo de mercancías a destinos internacionales. En el registro de la carga posterior a las sospechas, los agentes descubrieron que esta consistía en ocho grandes cajas de madera de un peso total de 5.098 kilogramos cuyo contenido eran los repuestos para vehículos declarados más paquetes envasados al vacío con 1.282 kilogramos de hachís y 827 de marihuana. Además, habían introducido paquetes de café para disimular el olor. Según la Oficina Nacional de Estupefacientes, la sustancia podría alcanzar en el mercado un valor de más de tres millones de euros. La investigación, que sigue abierta después de haber identificado al destinatario, ha pasado a manos de la Interpol.