Los Mossos d'Esquadra detuvieron el pasado jueves a un trabajador de la prisión de Mas d'Enric, situada en el municipio catatán de El Catllar, provincia de Tarragona, por supuestamente haber intentado introducir un kilo de hachís y varios móviles en el centro penitenciario. El hombre fue detenido de noche, después de que otros trabajadores de la prisión lo sorprendieran mientras intentaba colar el hachís.
Según los detalles publicados por la agencia EFE, los agentes de Mossos d’Esquadra se presentaron en la prisión tras recibir una llamada del centro alertando del intento de introducir droga. A su llegada el hombre fue detenido y acusado de un delito contra la salud pública por el transporte de hachís, y más tarde puesto a disposición judicial. Hasta su detención, el trabajador, de 42 años de edad, trabajaba como funcionario y tenía una plaza de interino en el centro.
Durante el año pasado se detectaron al menos dos casos similares de funcionarios de cárceles españolas que fueron detenidos por supuestos delitos de drogas. En junio, la Guardia Civil detuvo a cuatro trabajadores de la cárcel de Valdemoro, en Madrid, por sospecha de haber introducido drogas en la cárcel para los presos, al menos durante los meses de cuarentena por la pandemia de covid-19. Más tarde, en octubre, la Guardia Civil detuvo a otros cinco funcionarios del centro penitenciario madrileño de Navalcarnero, también acusados de un delito contra la salud pública por supuestamente haber introducido drogas ilegales en la prisión.