La Guardia Civil ha detenido esta semana a cinco funcionarios del centro penitenciario de Navalcarnero, en Madrid. Los funcionarios están acusados de un delito contra la salud pública por supuestamente haber introducido drogas ilegales en la prisión. Además de los funcionarios han sido detenidas otras 13 personas, entre presos y familiares de presos acusadas del mismo delito.
La noticia fue publicada ayer por la Cadena SER, quien confirmó que los detenidos se encontraban en dependencias policiales de la comunidad de Madrid. La investigación policial sobre el caso se inició durante los meses de la pandemia, cuando las autoridades de la prisión detectaron que seguían circulando drogas entre los presos a pesar de que las visitas familiares —la vía más común de entrada de drogas en las cárceles— habían sido suspendidas. La policía cree que los funcionarios entregaban las drogas a los presos a cambio de algún tipo de compensación económica.
Un caso idéntico ocurrió este mismo año en la prisión de Valdemoro, también en Madrid. En esa cárcel fueron detenidos cuatro funcionarios a finales del mes de mayo acusados de introducir drogas para los presos. La policía también inició una investigación después de comprobar que los presos seguían accediendo a drogas durante la suspensión de las visitas en la pandemia.