El Tribunal Supremo ha dictado una condena a cuatro agentes de la Guardia Civil por introducir hachís en la isla de Fuerteventura. Los agentes fueron sorprendidos en 2013 mientras descargaban una lancha con 733 kilos de hachís en la costa de la isla. El tribunal ha condenado a tres de ellos a seis años de cárcel y a un cuarto a siete años, un año más por haber amenazado de muerte a uno de los otros condenados si revelaba información. La condena también incluye el pago de una multa de 1,5 millones de euros cada uno.
Los agentes habían sido condenados a nueve años de prisión por la Audiencia Provincial de las Palmas, pero recurrieron la sentencia al Supremo argumentando que seis años es la pena máxima para un delito contra la salud pública de tráfico de sustancias que causan leve daño a la salud (jurídicamente la marihuana y el hachís se consideran sustancias que causan leve daño). En el Supremo la defensa pidió una pena de cuatro años de cárcel mientras que la Fiscalía pidió seis años.
Según Europa Press, el tribunal se ha decantado por la pena de seis años porque, aunque no se les ha aplicado un delito de organización criminal, sí actuaban como un grupo criminal, lo que incluye el reconocimiento de que existía “una estructura, un funcionamiento y una complejidad con rasgos de estabilidad”. También por su condición de agentes de los cuerpos de seguridad, cuya responsabilidad es, dice la sentencia, “la de la averiguación del delito, no fomentarlo”. Por todo ello y por la notoriedad de la cantidad intervenida, el tribunal ha considerado “razonable imponer una pena que se aproxime a la máxima imponible, como es la de prisión de seis años”.