El Congreso ha respaldado ayer una iniciativa parlamentaria del Partido Popular (PP) para instar al Gobierno que intensifique las campañas destinadas a reducir el consumo de cannabis. En la iniciativa se pretende hacer foco en determinados territorios españoles y, principalmente, en el ámbito educativo.
Tal como Cáñamo había anunciado hace casi un mes atrás, donde el PP pretendía obstaculizar las intenciones de Mónica García, ministra de Sanidad, en regular un limitado acceso a los productos farmacéuticos derivados del cannabis, la intención de los populares finalmente se concretó. Durante una sesión que tuvo la Comisión Mixta para el Estudio de los Problemas de las Adicciones, se aprobó de forma unánime una proposición no de ley para intensificar las campañas contra el uso del cannabis.
Según la portavoz del PP en la comisión, Elvira Velasco, las acciones para reducir el uso de cannabis tienen un enfoque “sociosanitario, educativo y de salud pública”. Para ello, se destinarían “recursos humanos, económicos y materiales que resulten necesarios”, dijo la vocera que también aseguró –sin brindar datos al respecto- que el uso de la planta es la principal razón del abandono de los estudios secundarios.
Si bien todos los integrantes de la comisión aprobaron la iniciativa parlamentaria de los populares, algunos de ellos manifestaron sus distinciones al respecto. Por parte de Sumar, el diputado Rafael Cofiño dijo que el uso de cannabis es “un problema relevante”, pero aseguró que hay una necesidad de abordar el asunto con la perspectiva de los determinantes sociales. Mientras que desde el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), el senador Kilian Sánchez San Juan ha pedido una diferenciación con el uso de cannabis medicinal, para lo cual tiene “el posicionamiento del estudio”. Aunque el consumo recreativo de la planta, el senador del PSOE aseguró “combatirlo”.
La aprobación de la proposición no de ley del PP sucede en el contexto de una normativa que garantice el uso medicinal de cannabis, al menos de una forma limitada de dispensación y a ciertas patologías, como pretende el Ministerio de Sanidad. Pero en este punto, parece que la coalición de Gobierno y el principal partido opositor llegarían a ponerse de acuerdo: diferenciar el uso medicinal de cannabis y discriminar el resto de los derivados de la planta, reduciendo como parte del consumo recreativo a las flores y otros cannabinoides que también tienen beneficios medicinales.