El informe fue encargado en 2018 después de que los Mossos activaran el “Plan Marihuana” ante el crecimiento de las detecciones de plantaciones y bandas dedicadas a la producción de cannabis ilegal. El Área Central de Análisis de la Criminalidad, encargada de la investigación, ha tardado casi dos años en elaborar el informe que fue entregado el pasado julio a la Fiscalía catalana. En él se advierte que la implantación de las organizaciones ilegales dedicadas al tráfico de drogas –como las que operan en Cataluña y otros territorios– tiene dos fases de desarrollo.
Según ha publicado El Periódico la primera fase, denominada “predatoria”, consiste en la implantación de los grupos narcos en el territorio y los esfuerzos y luchas por hacerse con el mercado de producción y venta. La segunda, bautizada “parasitaria”, se da una vez que las bandas están asentadas y consiste en su infiltración en los poderes públicos. Según el informe la corrupción de políticos y policías es el siguiente paso para las mafias que quieren protegerse y seguir creciendo en el territorio.
Un tercio de las mafias desarticuladas por los Mossos en Cataluña se dedican a la marihuana, en su mayoría procedentes del centro y este de Europa. España, es ya el primer país productor y exportador de cannabis de Europa, y la falta de una regulación atrae a las mafias.