Una investigación llevada a cabo por la Unidad de Asuntos Internos de los Mossos descubrió que los agentes detenidos se dedicaban a revender la marihuana confiscada por la policía. Según ha publicado El Periódico los Mossos detenidos eran los responsables de bajar la marihuana intervenida al almacén y de redactar los atestados y destruirla. En lugar de cumplir con el proceso los agentes falseaban las pruebas y sacaban la marihuana, que era entregada a un cultivador y traficante con el que colaboraban para que la vendiera. Además de los tres agentes la policía también ha detenido al socio traficante y a su pareja. Los agentes arrestados protegían al traficante colaborador yendo a por cultivadores y traficantes de la competencia, a quienes incautaban el cannabis que luego revendían. Los policías corruptos también cobraban una cuota a algunos cultivadores a cambio de no intervenir en sus plantaciones. El caso ha sido un ejemplo real de cómo el tráfico de cannabis ilegal puede acabar por corromper los poderes políticos o policiales, como había avisado el reciente Informe El Mercado de la marihuana en Catalunya.
“El crimen organizado está creciendo, está penetrando fuerte dentro de la sociedad y se está haciendo mucho dinero. Si no se actúa pronto será inviable solucionarlo. Ha ocurrido ya en otros países”, dijeron fuentes policiales a El Periódico. Los Mossos detenidos, dos agentes y un cabo, ingresaron en prisión provisional sin fianza.