Durante la búsqueda en el río Pisuerga y Duero de un supuesto cocodrilo que alguien dijo haber visto por allí, la policía se topó con una pequeña plantación de cannabis en una isla fluvial. Esto ha llevado a la detención de dos personas, padre e hijo, dueños de las plantas.
Fue el Grupo Especial de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil los que dieron con la isla, las plantas y las herramientas para el cultivo mientras batían la zona en busca del cocodrilo. Pero no hicieron nada en ese momento. Como es de esperar, los agentes avisaron a sus compañeros de investigación para que se hicieran cargo del asunto.
Las 33 plantas de ese vergel fluvial estaban bien escondidas a ojos extraños debido a la cantidad de maleza y vegetación de la zona. Se activó allá un dispositivo para cazar a los responsables que no fueron otros que un padre de 53 años y su hijo de 30. Estas personas ya han pasado a disposición judicial.
¿Y el cocodrilo? Sigue sin aparecer.