La compañía eléctrica española informó que, durante los primeros seis meses de este año, desconectó de la red unas siete plantaciones de cannabis por día. En total, fueron unos 1.260 cultivos y que significa una cifra 14% superior con respecto al mismo período del 2023. Además, la empresa denunció que sus empleados han padecido diversos ataques y amenazas en el momento que procedían a cortar el suministro.
A partir de un artículo publicado por la agencia de noticias EFE, Endesa aseguró que, en los últimos tres años, los trabajadores de la compañía tuvieron unas 51 agresiones físicas y otras 45 amenazas con respecto a su integridad física cuando descubrían los cultivos de cannabis que estaban enganchados de forma fraudulenta al servicio eléctrico que provee la empresa. También registraron varios incendios y electrocuciones vinculados a la manipulación de las instalaciones. En las últimas dos semanas, han quedado calcinados cinco centros de transformación de Andalucía que no pudieron soportar la sobrecarga de la red. Tres de ellos estaban ubicados en Sevilla, uno en Almería y otro en Granada.
Según Endesa, el consumo de energía por parte de las plantaciones clandestinas detectadas en el primer semestre del año represento unos 141 millones de kilovatio por hora. Esto significa el consumo de más de 40 mil hogares y el 35% de toda la energía defraudada que ha registrado la compañía española. Se calcula que el total de las plantaciones de cannabis existentes en España consumen unos 2,2 teravatios hora de electricidad, lo que equivale a la demanda de Sevilla en un año.
