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Inmovilismo - Editorial #246

Desde el año pasado, la subcomisión aprobada para regular el uso terapéutico del cannabis continúa en estado de espera.

Desde el año pasado, la subcomisión aprobada para regular el uso terapéutico del cannabis continúa en estado de espera.

En abril del 2017, el Congreso español acordó, con el apoyo de todos los grupos políticos, crear una subcomisión de estudio para abordar la regulación del uso terapéutico del cannabis. Hubo que esperar a diciembre para que la Comisión de Sanidad aprobara la creación de ese grupo, y todo parece permanecer estancado.

El Observatorio Español del Cannabis Medicinal urge la regulación para dar garantías al consumidor y así evitar que el producto utilizado pueda contener sustancias nocivas, en tanto que la Organización Médica Colegial advierte sobre los riesgos asociados al consumo, que podría producir graves efectos sobre el sistema nervioso central y afectar al aparato respiratorio, señalando además que existen fármacos más efectivos.

En Portugal, el proyecto de ley sobre usos terapéuticos del cannabis fue remitido, el pasado enero, a la Comisión de Salud de la Asamblea de la República, en la que se discutirán posibles enmiendas.

Divergencias entre la llamada “izquierda radical”, que apoya al Gobierno socialista, impidieron que la ley pudiera ser aprobada de inmediato. El Bloco de Esquerda y el PAN (ambientalista) presentaron la propuesta, pero sus “socios” comunistas se manifestaron en contra de permitir el autocultivo de pequeñas cantidades, al considerar que podría convertirse en la vía de acceso al uso recreativo; por su parte, los conservadores manifestaron su absoluto rechazo a la ley; en esta línea, el CDS-PP opinó: “No es serio hablar de una urgencia social que no existe”.

Probablemente, se eliminará cualquier referencia al autocultivo y se exigirá la identificación y el registro tanto del médico que realiza la prescripción como del paciente.

El Colegio de Médicos de Portugal se manifiesta a favor del uso terapéutico pero en desacuerdo con el autocultivo. El expresidente Jorge Sampaio manifestó su apoyo a la regulación, al igual que lo hicieron numerosos intelectuales y profesionales cualificados de la salud.

Por su parte, el Parlamento griego aprobó en marzo la legalización del cultivo de cannabis para uso medicinal. La administración de cannabis con fines terapéuticos ya estaba permitida desde el 2017, en tanto que el consumo de marihuana con otros fines continúa prohibido.

El ministro de Agricultura señaló que cada vez más pacientes compran estos productos en el extranjero “con alto coste económico y mucho esfuerzo”.
Para cultivar cannabis medicinal, los agricultores que soliciten licencia deberán primero firmar un contrato con una empresa especializada en la producción de medicamentos derivados de la planta. El solicitante no podrá haber sido condenado por uso de drogas o delitos graves. La ley introduce controles para evitar que el cannabis pueda ser desviado hacia usos distintos.

Las autoridades recalcan que, por su clima, Grecia puede atraer numerosas inversiones, que se estima alcanzarán los doscientos mil millones de euros a nivel mundial durante la próxima década.

En el 2016, Grecia legalizó el cultivo de cannabis para su uso en la industria textil.

Este contenido se publicó originalmente en la Revista Cáñamo #246

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