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El error garrafal de la Ministra de Sanidad - Editorial #253

Las declaraciones de la ministra de Sanidad comparando el cannabis con la homeopatía por las inexistentes evidencias científicas de su utilidad como medicamento no casan con que su ministerio haya dado la licencia de cultivo a su queridísimo amigo Abelló (Alcaliber) para fabricar cannabis medicinal.

Dicen que se pilla al mentiroso antes que al cojo. Las declaraciones de la ministra de Sanidad comparando el cannabis con la homeopatía por las inexistentes evidencias científicas de su utilidad como medicamento no casan con que su ministerio haya dado la licencia de cultivo a su queridísimo amigo Abelló (Alcaliber) para fabricar cannabis medicinal. Que, por cierto, su primera cosecha se ha tenido que destruir casi toda por la presencia de hongo en sus flores demostrando su falta de experiencia en estas labores.

Además, desde que en 1996 california legalizó el cannabis medicinal ya son más de cuarenta los países en el mundo que han optado por ello, y hay que sumar los veintisiete estados de USA que también lo han hecho. ¿Estarán todos estos países equivocados?

En Chile se quiere dar un paso más. En la actualidad, el uso de cannabis y sus derivados para investigación y producción de medicamentos está autorizado por ley, pero solo con previa autorización y control del Instituto de Salud Pública. Estos días se está debatiendo en el Senado la ley llamada de “Cultivo seguro”. Una segunda oportunidad para legalizar el autocultivo con fines medicinales ya que la primera iniciativa del 2015, a pesar de haber sido aprobada en la cámara de diputados, acabó suspendiendo su tramitación y no llegó a ser aprobada por los senadores.

Este nuevo Proyecto de Ley de “Cultivo seguro”, que ya cuenta con la aprobación de la cámara de diputados, supondrá una modificación al Código Sanitario que permitirá que la receta médica sea una autorización suficiente para la plantación, cultivo y cosecha de cannabis, impidiendo la detención o incautación de las plantas, siempre que no haya evidencias de tráfico. Esta propuesta considera autocultivo la existencia en un mismo domicilio de un máximo de seis plantas individuales.

También parece que Holanda quiere dar un paso más en la regulación esta vez del cannabis lúdico al regular la “puerta de atrás” de los coffeeshop. Para ello, por cierto, en una decisión incomprensible para los actores cannábicos holandeses, el gobierno ha decidido otorgar tres licencias a grandes empresas para que los abastezcan, en vez de darles licencias de cultivo a los mismos. Se habrá perdido una buena oportunidad para blanquear a los que ya estaban trabajando en ello.

Y en Luxemburgo la coalición de partidos en el gobierno se dispone a una regulación completa lo que lo convertirá en el primer país europeo en el que los residentes puedan disponer, si así lo desean y con todas las de la ley, de cannabis recreativo.

Una tendencia internacional que además está respaldada, según la última encuesta del CIS, por una mayoría de españoles: un 47% está a favor de regular el acceso al cannabis, frente a un 42% en contra, y nada menos que el 84% es favorable de legalizar el cannabis medicinal.

¿Necesita la ministra de Sanidad más evidencias del error garrafal que ha cometido al negarle valor medicinal al cannabis?

Este contenido se publicó originalmente en la Revista Cáñamo #253

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