Amador Pérez Luque, Guardia Civil de 49 años, ha sido finalmente llevado a juicio por el Servicio de Asuntos Internos de la misma policía. Se le acusa de narcotráfico y de ser el responsable de cuatro asesinatos. Según una crónica de El Mundo, Amador habría estado dirigiendo y controlando el narcotráfico en parte de la malagueña Costa del Sol durante por lo menos 10 años.
El acusado tenía un patrimonio fuera del alcance de un sueldo como Guardia Civil: una casa castillo valorada en un millón de euros, una hacienda de estilo colombiano y un circuito de motocicletas. Aunque ya había sido investigado por asuntos internos con anterioridad, y hasta la DEA y la agencia antidroga británica habían advertido de la presencia de un agente narcotraficante en la zona, Amador Pérez nunca había sido apresado gracias a su conocimiento y su extrema cautela en su manera de trabajar.
Una larga investigación de la Guardia Civil ha conseguido establecer relaciones entre Pérez Luque y el asesinato de cuatro personas, una de ellas la mujer de un colaborador suyo que se enteró de las actividades delictivas de su marido. También Pérez Luque ha sido relacionado con la actividad en una finca de su colaborador, lugar de acogida de animales exóticos (mediado por sobornos para conseguir animales y cobrar subvenciones) que también funcionaba como almacén central donde se guardaban los cargamentos de droga. El último movimiento del capo Guardia Civil ha sido dirigir a sus colaboradores dentro del cuerpo policial contra los investigadores que lo investigan a él.
Los agentes del Servicio de Asuntos Internos que lo estaban investigando han sufrido seguimientos y amenazas, por lo que se ha abierto otra investigación interna.