La regulación del cannabis medicinal en España, que está en manos de la Agencia Española del Medicamento (AEMPS) desde el pasado julio, ya lleva dos meses de retraso. Las recomendaciones elaboradas por la subcomisión de Sanidad para el estudio de la regulación medicinal en España fueron aprobadas por el Congreso el pasado junio. En ese momento se encargó a la AEMPS la elaboración del reglamento final, que tendría que haber sido presentado antes de que acabara 2022.
En la esperada regulación del cannabis todavía hay varias incógnitas sobre la forma final del texto legal, que afectarán a aspectos fundamentales del acceso terapéutico para los pacientes. Una de las incógnitas más importantes es si entre la oferta de productos medicinales estarán incluidos o no los cogollos crudos del cannabis, una forma que permite a los pacientes obtener un efecto casi inmediato mediante la vaporización, lo que para algunos pacientes es de vital importancia.
Otra de las incógnitas es si los productos medicinales del cannabis estarán disponibles en las farmacias de barrios, o si sólo se podrá acceder en las farmacias de los hospitales. Esta decisión tendrá un gran impacto sobre la facilidad de acceso para los pacientes, especialmente para aquellos que viven en zonas rurales y lejos de los centros hospitalarios. Por ahora no hay una fecha segura de cuándo estará lista la regulación. En declaraciones publicadas esta semana en el diario Público, fuentes del departamento encargado de la regulación dijeron que el tema está “muy avanzado” y que será presentado “en breve”.