La operación de la Guardia Civil sobre una banda de narcotraficantes en el Estrecho de Gibraltar ha terminado con el descubrimiento de cinco pistas de aterrizaje para aeronaves y cuatro aeródromos situados en las provincias de Sevilla, Huelva, Cáceres y Toledo. La banda tenía en su posesión cinco avionetas y dos helicópteros con los que realizaba vuelos nocturnos desde Marruecos para transportar hachís, además de una escuela de vuelo, una docena de pilotos y varios mecánicos.
La investigación se inició en 2019 después de que una aeronave con 420 kilos de hachís a bordo sufriera un accidente en Marruecos. Según ha publicado El País la banda adquiría las avionetas y helicópteros en desguaces y otros mercados de segunda mano. Los vehículos eran modificados para liberarlos de todo el peso y el espacio posibles con el objetivo de llevar la mayor cantidad posible de hachís. Muchos de los pilotos procedían de México y todos recibían formación para manejar las aeronaves y poder volar en el Estrecho a muy poca altura y durante la noche.
La operación policial, con más de 400 agentes implicados, se inició el pasado 4 de octubre, cuando la policía incautó cuatro de las aeronaves y descubrió la primera de las pistas de aterrizaje y despegue. Hace unos días la operación se cerró tras la detención del cabecilla de la organización y de su mano derecha. Los agentes estuvieron confundidos sobre quién era el verdadero líder de la organización hasta el final del operativo por las medidas que estos utilizaban para ocultar su actividad delictiva.