Este miércoles, durante la presentación de una proposición de ley para regular el uso adulto de cannabis, el autocultivo de la planta y el funcionamiento de las asociaciones cannábicas, varios senadores con el cargo de portavoces demostraron un nulo conocimiento sobre el cannabis y la evidencia científica disponible sobre la planta. Los grupos políticos que votaron en contra de la propuesta de regulación, principalmente PSOE, PP y VOX, incurrieron en numerosas imprecisiones y argumentos falaces que dan cuenta de su escaso conocimiento sobre la materia.
La portavoz del PSOE, Patricia Abascal Jiménez, dijo que la proposición de regulación del autocultivo y los clubs “vendría a generar un espacio de producción y distribución de droga para los colectivos de usuarios [...] que implicaría una expansión de tal producción y distribución con amplio margen de derivación al narcotráfico incluyendo el internacional”. Jiménez parece desconocer que España ya es a día de hoy uno de los principales productores de cannabis de toda Europa, que los cultivos ilegales españoles abastecen a buena parte de Europa y que cada vez más mafias extranjeras se asientan en el país para hacer negocios ilegales gracias al actual marco jurídico exento de regulación.
La senadora también repitió otros tópicos que ya no resultan creíbles atendiendo a la experiencia real de países que han decidido llevar a cabo una regulación del uso adulto de cannabis. Jiménez afirmó que una regulación como la propuesta en el Senado “llevaría a un incremento de sus efectos adversos sanitarios y sociales”, algo que no ha ocurrido en Uruguay, Canadá ni en ninguno de los varios estados de EE UU que aprobaron algún tipo de regulación del cannabis hace años.
Patricia Abascal Jiménez fue un paso más allá en sus afirmaciones diciendo que una regulación como la propuesta “además de sufrimiento, enfermedad y muertes evitables, conllevaría un incremento del gasto presupuestario de salud para minimizar los daños en la población al aumentar su consumo”. Sin embargo, las experiencias de los países antes mencionados, que llevan años experimentando con una regulación para que la que las personas adultas pueden acceder al cannabis para uso personal, no sólo no han registrado ninguna muerte ni incremento de enfermedades reseñables, sino que los impuestos recaudados con las ventas de cannabis legal han servido para cubrir programas de atención a personas con problemas de adicción, para financiar amplios programas sociales, desde la educación hasta la sanidad y para pagar nuevas infraestructuras públicas para las que antes no se disponía de tantos fondos.
🚭 @PatriciaAbascal, sobre la Ley reguladora de los colectivos usuarios de #Cannabis:
— PSOE SENADO (@gpssenado) September 22, 2021
🗣️ El @PSOE no se amedrenta ante el ruido de otros partidos y tenemos claro que hay que empezar por la regulación del uso medicinal del cannabis.#PlenoSenado #EspañaAvanza_ pic.twitter.com/jf89teeWIF