A principios de mayo la Confederación de Asociaciones Cannábicas (ConFAC) presentó un código de buenas prácticas para que los clubs utilicen durante la reapertura en la desescalada.
La ConFAC explicó en un comunicado que, tras haber conversado con distintos grupos parlamentarios, recomendaban que las asociaciones siguieran las instrucciones marcadas para el comercio minorista partir de la Fase 2. Durante la Fase 1 la ConFAC recomendó abrir con restricciones de aforo hasta diez personas. “El golpe es duro, la mayoría de las asociaciones tienen una estructura pequeña y muchos trabajadores a tiempo parcial o voluntarios”, explicó el portavoz de la ConFAC Èric Asensio a eldiaro.es.
Durante la cuarentena varias asociaciones del territorio elevaron peticiones formales a los ayuntamientos y a las administraciones de las comunidades autónomas para solicitar el reconocimiento de servicio esencial. “Hemos intentado que se concretara nuestra situación, pero no ha habido manera, seguimos en el limbo”, dijo Asensio a eldiario.es.
La guía de buenas prácticas de la ConFAC incluye recomendaciones para que las asociaciones reorganicen los espacios y las prácticas cotidianas de los clubs para proteger a trabajadores y socios, incluyendo nuevas medidas de higiene, ventilación y desinfección, y mayores restricciones en el uso de las instalaciones.