Las comisarías de Mossos d’Esquadra han recibido la instrucción de destruir toda la marihuana acumulada en sus dependencias desde el año 2013 aunque aún no se haya celebrado el juicio pertinente. La decisión ha sido tomada como respuesta a la falta de espacio provocada por las constantes incautaciones de plantas de marihuana que se producen en Cataluña, que a menudo generan problemas de olores y salubridad en las comisarías, y a partir de ahora se aplicará de manera sistemática.
Según ha publicado la Cadena SER, la orden ha sido firmada por el jefe de los Mossos, el mayor Josep Lluís Trapero. Anteriormente la policía autonómica guardaba el total de las plantas y cogollos incautados hasta que se celebrase el pertinente juicio y se pronunciase una sentencia. A partir de ahora los agentes tomarán varias muestras de las sustancias incautadas y procederán a la destrucción del material intervenido sin que se haya alcanzado un veredicto.
La medida podría traer consecuencias negativas para las personas enjuiciadas por un supuesto delito contra la salud pública por cultivo de cannabis. En ocasiones durante los juicios la defensa solicita repetir los análisis sobre las plantas para comprobar si el resultado obtenido por la policía se corresponde con uno realizado por un laboratorio independiente. El porcentaje de THC determinado en los análisis puede ser determinante para que un juez decida a favor o en contra de la absolución.
La destrucción del material decomisado antes del juicio también podría suponer un problema para las personas enjuiciadas por cuestiones de pesaje. Frecuentemente la policía registra el peso del cannabis decomisado sin separar las partes psicoactivas de la planta (los cogollos) de las partes no psicoactivas. Se han llegado a dar casos en los que la policía ha registrado el peso total del material incautado pesando la planta con la tierra y el tiesto incluido, arrojando un peso que suele multiplicar por varias veces el peso total de los cogollos.
“Normalmente esperábamos que terminara el procedimiento penal y cuando ya se había enjuiciado, entonces se procedía a la destrucción, pero como hay tanta marihuana y los stocks son tan altos, hemos creído que no hay que esperar al final del proceso para hacer esta destrucción anticipada y ser más eficientes y eficaces”, explicó el jefe de la División de Investigación Criminal de los Mossos, Ramon Chacón, a la Cadena SER.