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Sin novedad en España. Editorial #279

Alemania ya está importando cannabis, por cierto, producido en España. En nuestro país, a pesar de que ya hay compañías que están cultivando gracias a las autorizaciones concedidas por la Agencia Española de Medicamentos, no existe ninguna regulación que haga posible que el cannabis se quede aquí para los que lo necesitan.

Después de la reclasificación del cannabis por parte de la ONU muchos países están empezando a legislar sobre el cannabis para uso médico. El Gobierno de México ya ha publicado la normativa que regulará el cannabis medicinal en el país. De acuerdo con las disposiciones generales de la normativa emitida por las autoridades, el reglamento tiene como objeto “la regulación, control, fomento y vigilancia sanitaria de materia prima, derivados farmacológicos y medicamentos de la Cannabis, con fines de producción, investigación, fabricación y médicos”.

México no solo está atendiendo la demanda de los usos médicos, su senado aprobó despenalizar y regular el consumo personal adulto de la marihuana en todo el país. Se regulará su comercialización e incluso su exportación e importación.

También en EE UU se está moviendo el asunto a nivel federal como demuestra que Biden haya seleccionado como subsecretaria del Departamento de Salud y Servicios Humanos a Rachel Levine, la persona que cuando fue secretaria del Departamento de Salud de Pensilvania abogó por la introducción del cannabis medicinal como medida para frenar la crisis del consumo de opiáceos. Es probable que en esta legislatura se apruebe en EE UU una ley federal para regular el cannabis, tanto medicinal como recreativo. No hay que olvidar que los demócratas tienen desde las pasadas elecciones el control sobre el senado. Hace mas de un año se intentó aprobar la llamada ley More para regular el cannabis a nivel federal, una ley cuya finalidad era eliminar el cannabis de la lista de sustancias ilegales y despenalizar así su consumo y posesión. Entonces dicha ley fue defendida por la ahora vicepresidenta de los EE UU.

En Europa también se está avanzando. En Francia, uno de los países con leyes más restrictivas hacia el cannabis, su Agencia Nacional para la Seguridad de Medicamentos y Productos Sanitarios va a iniciar un programa piloto de cannabis medicinal. Hasta 3000 pacientes participarán en el ensayo, en el que se les proporcionará cannabis de manera gratuita para evaluar la viabilidad de instaurar un programa medicinal estable.

Alemania ya está importando cannabis, por cierto, producido en España. Un cannabis que, entre otros, están utilizando los enfermos de párkinson con considerables beneficios.

Los productos con CBD son totalmente legales en Luxemburgo, Suiza, Austria, Polonia, Checoslovaquia, Italia, Alemania…

En nuestro país, a pesar de que ya hay compañías que están cultivando y produciendo gracias a las autorizaciones concedidas por la Agencia Española de Medicamentos, no existe ninguna regulación que haga posible que el cannabis se quede aquí para los que lo necesitan, a pesar de las demandas y súplicas de los enfermos que lo usan. El Gobierno de España no da muestras de ceder ni tan siquiera en el reconocimiento de que la flor de cáñamo sin THC no es un estupefaciente. Mientras tanto, los enfermos siguen abasteciéndose en el mercado negro.

Este contenido se publicó originalmente en la Revista Cáñamo #279

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