La Policía Nacional de Vigo se dedicó durante la semana antes de las vacaciones escolares a pasearse por un puñado de colegios e institutos de la ciudad con la intención de detectar a menores que usaban cannabis u otras drogas. Para la misión los agentes utilizaron uno de los perros de la Jefatura Superior de A Coruña, que fue prestado para que los agentes llevaran a cabo el registro entre los alumnos de Vigo.
En el periodo de una semana los agentes identificaron a 300 alumnos, de los cuales 10 estaban en posesión de alguna sustancia ilegal, en su mayoría marihuana o hachís. La policía acudió a los centros de Coia, Beade, Torrecedeira, Meixoeiro, Teis-A Guía y Redondela; y en ellos levantó una decena de actas por consumo o posesión, aunque más tarde “la cifra se elevó a 17”, según La Voz de Galicia. El perro utilizado fue un pastor belga malinois, apreciado por las fuerzas armadas y cuerpos de seguridad del Estado por sus habilidades olfativas y capacidad disciplinaria.
El diario gallego explicó que los agentes actuaron durante la entrada o la salida de los centros de enseñanza, o durante el tiempo de recreo. El perro se encargó de olfatear a los alumnos y, en caso de oler algo de droga, de hacer el gesto para el que está enseñado. La mayoría de las veces los agentes decomisaron cannabis para autoconsumo, pero en al menos una ocasión encontraron cocaína, y en otra un alumno con hachís separado en cuatro partes que fue interpretado como indicio de trapicheo. En casi todos los casos se trata de alumnos de los últimos cursos, con 16 años o más, pero según el diario gallego también se dan casos de “menores de 15 o 14 años que trapichean”.