Desde el día uno de diciembre los pacientes usuarios de cannabis medicinal del Reino Unido pueden solicitar una tarjeta identificativa que les servirá como garantía frente a la policía. Se trata de un método de identificación para pacientes de cannabis no oficial que ha sido lanzado por una activista y desarrollado con el apoyo de varias organizaciones policiales del país.
La tarjeta Cancard ha sido creada para facilitar el uso de cannabis medicinal a los pacientes que legalmente tienen derecho a usar cannabis pero que no tienen dinero para pagar una consulta privada, y que se ven obligados a acceder a cannabis del mercado negro o importado de forma ilegal. Aunque en Reino Unido el cannabis medicinal es legal desde 2018, los médicos del sistema público de salud son reacios a hacer recetas, de modo que a efectos prácticos las personas solo pueden acceder a través de consultas privadas que tienen un elevado precio.
Lo que hace Cancard es certificar que la persona tiene una enfermedad para la que el uso de cannabis está indicado según la ley. La tarjeta está especialmente pensada para ser una garantía frente a un agente policial, y ha sido diseñada en colaboración con varias instituciones policiales con la finalidad de evitar que un paciente sorprendido con cannabis sea detenido o multado. Los agentes de la Policía Nacional han sido informados a través del Consejo de la Policía sobre el uso de la tarjeta y se les han distribuido dossieres informativos para que sepan cómo actuar en caso de toparse con una.
Para conseguir una tarjeta los pacientes deben presentar una copia de su historial médico en el que figure alguna de las enfermedades para las que está indicado el uso de cannabis en el país (trastorno de ansiedad, dolor crónico, esclerosis múltiple, trastorno de estrés postraumático, trastorno por consumo de sustancias o Síndrome de Tourette); y también alguna prueba de que han probado o barajado al menos dos tratamientos con anterioridad.