El vídeo, que lleva solo un par de días en la red, no deja de ser otra balada pop del montón (o de las que os gustan, no entramos) con un tema por lo demás bien manido de “no me dejes, que te quiero” y “me pongo malito si te vas”. Ahora bien, aquí Levine le da un girito inesperado.
En medio de la canción, Levine se saca un canuto y comienza a darle unas caladitas mientras dice: "Hit me like a drug and I can't stop it/ Fit me like a glove and I can't knock it/ I ain't even lying" ("Golpéame como una droga y no puedo detenerlo / Me queda como un guante y no puedo golpearlo / Ni siquiera estoy mintiendo"). Claro, aunque aún puede estar hablándole a una mujer o un hombre, pero con el porro en la mano esto ya viene a ser una cosa un poquito diferente. ¿A quién le habla? Nosotros no tenemos duda: al porro. A la teta del buen olor.
El vídeo acaba con Levine pegado una flipada fuerte al canuto y lanzando una bola de humo al aire mientras se escucha la policía al fondo. Huummm, Levine: Chico malo, malo.
Se puede leer al acabar el vídeo la nota “El final a la Guerra contra la Marihuana”. Se abstiene de ir más allá de la marihuana. Guerra contra la mota, mal; contra otras, bueno, ya veremos. Esta guerra, según la ACLU (que firma esas palabra del final), "atrapa a cientos de miles de personas en el sistema de justicia penal y desperdicia miles de millones de dólares de los contribuyentes ... llevado a cabo con un sesgo racial asombroso".