Los inmigrantes que trabajan en la industria de la marihuana carecen de “moral”, según dice la administración Trump.
Declaraciones de este tipo, deplorables de por sí, pueden tener unas consecuencias tremendas para un tema muy sensible: obtener la ciudadanía estadounidense. La administración Trump considera que, pese a trabajar en un negocio completamente legal, estas personas carecen de los atributos morales suficientes para que se les tenga en consideración a la hora de repartir ciudadanía.
Esta tremenda tontería viene por parte de la U.S. Citizenship and Immigration Services y el comunicado se realizó el pasado viernes, justo antes de que comenzaran las celebraciones del 4/20. ¡Qué casualidad y qué oportuno!
La excusa de estos funcionarios de los EE.UU para penalizar a este tipo de trabajadores es que, bueno, ellos trabajan en un negocio legal a nivel estatal pero no federal, ergo, están cometiendo un delito. Increíble.
Esto, en términos de la USCI, significa que a estas personas les falta lo que llaman “carácter moral” para recibir su ciudadanía estadounidense. Es decir, si tocas la maría eres mala persona.
Por mucho que Trump diga que se aceptan las leyes locales de cada estado no pasa un mes sin que alguien de su administración meta las narices en asuntos que nos les competen. Otro caso más de discriminación en el que paga el pato es el inmigrante que trabaja de manera legal.