Alcaldes por todo el país solicitan al gobierno federal que la marihuana sea “reagendada”. En otras palabras, que sea considerada una droga menos peligrosa según los estándares federales de los EE.UU. Así se reducirían las penas de cárcel y se limpiarán los registros de casos menores o se podría estudiar el cannabis de manera segura.

La marihuana está considerada en los EE.UU en el más alto rango de drogas peligrosas junto a la heroína. Esta sobreactuación contra el cannabis ha llevado a la cárcel a demasiadas personas posesión de una cantidad de marihuana insignificante. Es por esto, y otros motivos, que los alcaldes de las principales ciudades de los EE.UU., sobre todo de los estados “legales”, están pidiendo al gobierno federal que cambie su perspectiva sobre el cannabis.

Estos mismos alcaldes piden al gobierno que se mantenga las directrices que marcó Barack Obama durante su presidencia, mucho más laxa e integradora que las políticas conservadoras de Donald Trump. Apelan a rebajar el acoso policial las ciudades legales para que la gente solo sea apercibida en caso de encontrar cannabis en lugar de meterlas en la cárcel.

Estas propuestas, junto a otras que tienen que ver con el trato del gobierno federal a las leyes locales, fue aprobado y firmado por el Comité de Criminal and Social Justice, que representa un total de 1.408 ciudades en los EE.UU. con una población de 30.000 personas o más.