Michael Thompson fue detenido por una venta de cannabis en el estado de Michigan en 1994, pero ahora en este estado el cannabis es legal y el delito por el que fue encarcelado ya no es motivo de condena en el territorio.
El hombre fue detenido porque resultó que el que iba a comprar el cannabis era un confidente de la policía. Thompson aceptó los cargos por los que se le acusaba y se declaró culpable, lo que le valió una condena inicial de cuatro años de cárcel. No obstante, un juez consideró que era poco tiempo en prisión y decidió reabrir el caso convocando de nuevo a las partes frente a un jurado de 12 personas, de las cuales ninguna era afroamericana. El resultado fue la ampliación de la condena hasta alcanzar desde 40 a 60 años de prisión. Thompson es el preso que más tiempo ha pasado en una cárcel del estado de Michigan por un delito sin violencia.
El preso ha vuelto a solicitar un indulto después de haber recibido negativas durante años, y espera que esta vez se la concedan y no tener que acabar muriendo entre barrotes. “Recibí una condena de 42 a 60 años de prisión. Explícame cómo puede ser que por quitarle la vida a alguien recibas una condena menor que la mía”, dice Thompson en un vídeo de animación producido para llamar la atención sobre su caso y hacer llegar su caso a la opinión pública. En el estado de Michigan la condena por asesinato se castiga con 13 años de prisión.