Aunque los años pasen la tecnología para el almacenamiento y conservación casero del cannabis sigue sin cambiar demasiado. Repasamos algunos de estos “clásicos”.
Jarras de cristal: si existe una manera de almacenar el cannabis que todo el mundo conoce son las jarras de cristal. Si uno las usa correctamente (y no es muy difícil) así como mantiene estas jarras en un lugar seco y alejado de la luz directa del sol conservará su cannabis por mucho, mucho tiempo.
Tarros de medicinas: En España no es habitual los tarros de pastillas como los clásicos que uno suele ver en las películas estadounidenses. Sin embargo, uno puede encontrar un equivalente en herbolarios o farmacias.
Tarros para guardar los chuches de los animales domésticos: los premios y golosinas que uno da a los animales domésticos se pueden guardar en tarros de plástico o cristal que cumplen perfectamente la función de conservar el cannabis. Además, ¿qué mejor premio para nosotros que un buen cogollo?
Bolsas de plástico que se pueden sellar (ziploc): Si la bolsa es buena y el sellado adecuado uno puede conservar el cannabis fresco durante bastante tiempo. A lo mejor no tanto como Redman, que encontró marihuana de hace 20 años, pero sí unos cuantos meses.