En tan solo 10 días de noviembre, el Estado de Arabia Saudí ha ejecutado a 12 personas por delitos sin violencia relacionados con las drogas. Con estas últimas ejecuciones de condenados a muerte, ya son al menos 132 personas las que han sido asesinadas por orden judicial en el país en lo que va de año, una cifra que supera las ejecuciones realizadas en 2020 y 2021 juntas.
Las personas ejecutadas en las últimas semanas han sido 12 hombres, todos ellos condenados a muerte tras ser declarados culpables por delitos no violentos relacionados con drogas. Según el diario The Telegraph, tres de ellos eran paquistaníes, cuatro sirios, dos jordanos y tres saudíes. Para la mayoría de las ejecuciones de condenados a muerte se practican decapitaciones con una espada.
El príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohammed bin Salman, dijo en 2018 que su administración estaba tratado de minimizar la aplicación de la pena capital, y que a partir de entonces esta solo se aplicaría para los casos de culpables de asesinato u homicidio involuntario. Sin embargo, varias organizaciones de derechos humanos denuncian que la pena de muerte sigue aplicándose en casos de drogas.
“Mohammed bin Salman ha promocionado repetidamente su visión de progreso, comprometiéndose a reducir las ejecuciones y poner fin a la pena de muerte por delitos de drogas. Pero a medida que se acerca el final de un año sangriento de ejecuciones, las autoridades saudíes han comenzado a ejecutar de nuevo a los delincuentes relacionados con las drogas, en gran número y en secreto”, dijo a The Telegraph Maya Foa, directora de Reprieve, una ong de acción legal dedicada a la protección de los derechos humanos en todo el mundo.