Varias asociaciones y clubes cannábicos están presentando solicitudes para que se considere al cannabis como “bien esencial” aprovechando la situación de estado de alarma.
Este movimiento por parte de los clubes cannábicos comenzó hace un par de días cuando la asociación Cannasalut. En el escrito de Cannasalut, situada en La Garriga (Barcelona), enviado por Martí Cánaves, abogado de la asociación, se pidió al ayuntamiento que eleve al Departamento de Salud una petición para que los clubes cannábicos puedan permanecer abiertos durante el estado de alarma, con medidas de protección análogas a las del sector de la restauración, tal y como os contamos hace un par de días.
Sin embargo, esto no ha quedado aquí y aprovechando el impulso inicial, tanto Cannaslut como otras asociaciones cannábicas situadas en diferentes territorios del estado están planteando similares propuestas. La intención es que el estatus de la marihuana como “esencial” no sea solo algo pasajero y aplicable al estado de alarma, sino que esta categoría permanezca. En otras palabras, se está planteando un iniciativa seria para que el cannabis se regule en España. La intención es que el estatus del cannabis cambie definitivamente en nuestro país para que se ajuste al de otros países como Canadá y acabar así con el mercado negro.
Al igual que Cannasalut en Cataluña, la asociación DosEmociones, que agrupa a pacientes que hacen uso medicinal de la marihuana, han dirigido escritos al Departamento de Salud y al Ayuntamiento de Madrid, respectivamente, en los que reclaman poder abrir desde la fase cero de desescalada para dispensar cannabis a sus socios, con cita previa, prohibición de consumo en el interior y todas las medidas de desinfección y prevención necesarias, según se informa desde la agencia EFE. A esta iniciativa se han unido también hoy los clubes cannábicos de Pamplona.
Se trata con estos escritos de dar a entender que es relevante mantener abiertos los clubes sociales de cannabis pues ofrecen el tratamiento necesario que mucha gente necesita día a día para enfermedades como el estrés post traumático o la ansiedad y el insomnio, agravados todos estos ahora por el estado de alarma. Si los estancos pueden abrir, ¿por qué no pueden hacerlo este tipo de establecimiento?
La otra baza que se está esgrimiendo para que esta petición sea tomada en cuenta es la necesidad a corto, medio y largo plazo de elementos que ayuden a la recuperación económica del país. La crisis económica que se viene encima (y que ya se comienza a sentir) se podría frenar un poco gracias a los ingresos para el estado que vendrían de los impuestos a la venta del cannabis. En el documento que Cannasalut y DosEmociones han enviado al Ayuntamiento de Madrid se puede leer un informe del economista Pau Teruel, que estima en un mínimo de 1.800 millones de euros el volumen anual de gasto que aflorará mediante la regularización, de lo que el Estado podría recaudar 370 millones mediante el cobro del IVA, impuestos de sociedades y cuotas a la Seguridad a los clubes cannábicos.
Se parte del punto de inicio de que el 4,5 % de la población es consumidora habitual de cannabis y que cada socio de una asociación suele comprar de promedio 100 euros al mes. El estudio calcula un gasto global de 1.675 millones de euros al año. Si tenemos en cuenta que los clubes deben pagar un 21 % de IVA y de impuesto de sociedades, el Estado podría recaudar casi 350 millones de euros. Esto sin el gasto generado por los consumidores ocasionales, a los que se suman otros 20 millones en pagos a la Seguridad Social por la contratación de personal, en un sector que también generaría numerosos puestos de trabajo, según el estudio.
¿Podría ser que estas iniciativas se convirtiesen en el primer paso real para la legalización del cannabis en España?