Cada año, California, en EEUU, sufre incendios forestales que arrasan cientos de hectáreas de sus bosques. Entre las causas del desastre se encuentran el constante crecimiento de las temperaturas por el calentamiento global y la sequía que azota al Estado hace décadas. Y la industria del cannabis es una de las causantes de la falta de agua, según un reciente estudio científico.
La Universidad de Berkeley, en California, ha publicado una investigación en la que se detalla que los cultivos de cannabis sin licencia estatal gastan más agua que los que sí tienen permisos. “La demanda de agua para cannabis (sin licencia) representa más del 10% del suministro de agua durante la estación seca”, asegura el estudio que estuvo realizando un relevamiento de los caudales de ríos desde 2017 y se centró en los icónicos condados de la cultura cannábica como Humboldt y Mendocino, dentro del Triángulo de Esmeraldas.
Los investigadores estudiaron 91 cuencas hidrográficas y descubrieron que la demanda del agua en los cultivos sin licencia superaba en un 97% a los que sí tenían permisos. “El cannabis sin licencia representa una superficie cultivada significativamente mayor que el cultivo de cannabis con licencia y, por lo tanto, tiene una huella de demanda de agua mucho mayor”, explicaron los autores del estudio. “Además, debido a que las granjas de cannabis sin licencia a menudo tienen poco o ningún almacenamiento de agua en el lugar, el agua se extrae de las cuencas según la demanda, que tiende a alcanzar su punto máximo en agosto”, dicen en relación al momento donde más incendios se producen en California.
El estudio también analizó el uso del agua de los cultivos legales en la época más crítica del verano y descubrieron que utilizan menos del 4% del caudal de los ríos. “Si las granjas de cannabis autorizadas tuvieran suficiente capacidad de almacenamiento para satisfacer al menos la mitad de su demanda anual, no habría cuencas entre las muestreadas que excedieran el 2% de su disponibilidad estimada de caudal”, asegura la investigación.
Si bien la investigación dice que otras actividades de la agricultura gastan más agua que la industria del cannabis, la situación ambiental en California es dramática. Según un estudio de la Universidad de California en Los Ángeles, el área anual de quema de bosques creció más de un 1.100% entre 1984 y 2020. El año pasado, el Estado tuvo un alivio con su sequía histórica gracias a una serie de precipitaciones. Pero hace más de un siglo que el 88% del Estado permanece en la sequía extrema.