Canadá se ha convertido en el referente del cannabis legal a nivel mundial. Un año después los expertos comienzan a dar cuenta de los resultados de este proceso.
Aunque tal vez las ventas no sean el mejor baremo para medir el impacto de la legalización, es cierto que este es uno de los criterios cuantitativos que permiten entrever qué tal están yendo las cosas.
Se estima que la venta de cannabis legal llegó hasta los 1.100 millone de dólares candienses (unos 750.000.000 millones de euros) en su primer año legalizada. Esto se traduce en unos 105.000 kilos de weed. Pero esto es solo el 10% de los que los canadienses consumen al año pues se estima que si sumamos toda la yerba que se toma da un aproximado de 924.000 kilos. En otras palabras, pese a que la economía del cannabis vaya viento en popa esta representa poco si se compara con el mercado negro.
Sobre papel estos mil millones en ventas representan mucho cannabis pero es menos de las estimaciones que se realizaron. ¿Razones? De nuevo, el mercado negro sigue siendo más atractivo por precio e, irónicamente, es más accesible. El mercado legal ha tenido desde día uno problemas de abastecimiento y acceso. Resulta doblemente irónico cuando las compañías que se dedican al cannabis más grandes del mundo son canadienses.
Si rastreamos precios, la media de un gramo de cannabis en tienda legal está sobre los 10.23 dólares mientras que en el mercado negro son 5.59 dólares. 85% de los consumidores prefiere pagar menos. No hay color. Bueno, sí, el negro.