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China muestra su músculo en el negocio del cannabis

China está apostando fuerte por el cannabis medicinal y muestra su músculo en el panorama internacional del boom de la marihuana.

China está apostando fuerte por el cannabis medicinal y muestra su músculo en el panorama internacional del boom de la marihuana.

Por el momento solo son dos de las 34 regiones las que están cultivando a paso firme cannabis para uso medicinal. Están cultivando incluso aunque en China no está permitido el consumo de marihuana y tiene unas las leyes más restrictivas de Asia y, posiblemente, del mundo.

La empresa que se dedica a producir la marihuana es Hanma Investment Group que en 2017 recibió el primer permiso para extraer cannabinoides de China. El CBD se vende en el exterior para tratamientos de insomnio, acné o incluso para la diabetes.

En China el movimiento a favor de la legalización no acaba de cuajar y raro sería que el gobierno moviese ficha a favor de autorizar el uso de la marihuana pero, en un mundo capitalista y globalizado, esto no impide que aunque no la consuman esta se pueda producir en masa y se vender en el exterior.

Hanma tiene a su cargo más de 1.600 acres de cáñamo de donde extraen el CBD para los productos que luego exportan. Mr. Tan Xin, el director de Hanma, considera que el cannabis tiene “mucho potencial” en el sentido económico. “Puede que China se haya dado cuenta de esto un poco tarde pero hay muchas oportunidades aún en el futuro”. De hecho, sorprende que China esté a la zaga cuando en su país se cultiva cáñamo desde tiempos inmemoriales para tratar algunas dolencias. Forma parte de la medicina tradicional del país. Aunque tampoco hay que creerse demasiado el mito fumeta de que todos los chinos iban puestos de maría. El uso del cannabis era mayormente el de sus semillas: la gente la usaba para tratar dolencias como el estreñimiento.

Solo desde 2010 China suavizó un poco las draconianas leyes que desde que se creó la República Popular se impusieron hasta la actualidad. En ese año se permitió a la provincia de Yunnan que continuase con su producción de cáñamo. La intención era que con ese cáñamo se produjera los trajes de los soldados de la República.

El país aún no permite que se produzcan comestibles infundidos motivo por el cual Hanma solo se dedica a las cremas tópicas, aceites o sprays. El clima de Yunnan, lugar donde Hanma tiene su cultivo, permite que exporte unas dos toneladas de productos cannábicos por año.

La ambición de esta compañía ya se siente fuera de China. Se sabe que hace poco compró una planta de extracción en Las Vegas, donde el negocio de la marihuana es legal y se permite el uso recreativo. Mr. Tan Xin cree que es cuestión de tiempo que China permita la producción de comestibles y la compañía se está posicionando antes de que suceda.

China ya no quiere producir solo los iPads que consumen los occidentales, sino también su cannabis. El dragón siempre está atento.

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