No hay que privarse de nada. Un club de striptease en los EE.UU va a complementar sus actividades con una sala para disfrutar de la maría.
Este Club de Denver va a decorar la sala con motivos del lejano Oeste. En concreto, como si se tratase de una cárcel. No hace falta decir que están incorporando más morbo a un lugar de por sí morboso. Lo que viene a ser una retroalimentación total, perversa, vitriólica.
Shotgun Willie's, que así se llama el local (aunque podía haberse llamado Porky’s, dada la originalidad del nombre), está a punto de obtener la primera licencia del estado para poder integrar una sala para fumadores de cannabis. De forma específica, el nombre que recibirá el lugar es “tasting room”. “A cala y a prueba”, que dicen los meloneros que pasan cerca de la redacción. El strip Club está junto a un dispensario que abre hasta las doce de la noche y que es propiedad de la mujer de del co-propietario de Shotgun Willie's.
La parte divertida que hemos dejado para este párrafo es lo que sigue: Deborah Dunafon, es la propietaria del dispensario. Su marido es Mike Dunafon que es el alcalde de Glendale y co-propietario del Shotgun Willie's. Por supuesto, Shotgun Willie's esta en Glendale.
Si todo va según el plan, la sala se abrirá el día 20 de abril, es decir el 4/20. Apropiadísimo. Para que esta sala pueda abrir debe estar cerca de un dispensario, cosa que ya sucede. Es la restricción que diferencia una “taste room” de una sala para consumo social (como las que pudiera haber en un bar). La otra salvedad es que nadie puede traer su propia yerba a la sala de cata.
Para que Shotgun Willie’s obtenga la licencia aún debe pasar por el consejo de la ciudad de Glendale. Alguien podría pensar, “esto sale seguro porque el alcalde está metido en el ajo”. Bueno, en los EE.UU parece que la gente tiene algo más de sentido común (al menos en apariencia) y Mike Dunafon ya anunció que se recusará de la votación.