La revista Civilized visitó la planta de producción indoor de Organigram donde se producen colas de tamaño descomunal.

Organigrams, una de las once empresas canadienses con licencia, se dedica a la producción de CBD. Sus cogollos son espectaculares en tamaño y densidad. Cada semana recolectar cantidades industriales de cannabis para la venta medicinal y la mayor parte de los cogollos recolectados llega a medir lo que la distancia que va de la palma de la mano hasta el codo.

La variedad que cultivan es la CBD Shark. La empresa se enorgullece de ser la más grande de cultivo interior y de producir los cogollos que más pesan y de mejor calidad. Son tan pesado que se desbrozarían solos durante su crecimiento si no fuese por las técnicas de cultivo que aplican.

Debido a que el espacio con el que cuentan no es tan grande como el que les gustaría y el lugar donde está situado (cerca de New Brunswick, donde el clima es poco agradable) la producción se realiza imitando la verticalidad de un bosque. Para llegar hasta ese punto de aprovechar el espacio al máximo con cultivos verticales el proceso previo de experimentación y clonación para encontrar una variedad adecuada fue fundamental.

Organigram invirtió una cantidad de 20 millones de dólares canadienses para mantener el lugar en perfectas condiciones medioambientales. Controlar el clima y la cantidad de CO2 es fundamental para la producción industrial de cannabis de calidad. Además, después de cada diez semanas (más o menos lo que tarda en rotar la variedad que cultivan) las salas se vacían, se limpian y se preparan para la siguiente variedad. Cada sala suele tener 5 cultivos por año.