Intrexon Corporation, una empresa de alta tecnología, asegura que está produciendo cannabinoides sin tener que extraerlos del cannabis.

La gigante biotecnológica situada en Budapest (Hungría) quiere ir un paso más allá en la fabricación de productos con cannabinoides y está trabajando con un tipo de microorganismo unicelular, la levadura. Hongos microscópicos desde donde producir CBD o THCV entre otros cannabinoides.

El proceso es similar al de la cerveza pues los cannabinoides necesitan fermentar para comenzar a producirse en la levadura. Al llevar todo este proceso en laboratorio y con una precisión de ADN esperan producir nuevos cannabinoides. Por ejemplo, se plantean la posibilidad de crear cannabinoides que tengan un mayor impacto en la salud. En otras palabras, cannabinoides de “diseño”.

Una de las ventajas de un proceso como este es el coste: la reducción es considerable ya que no se necesitaría ningún tipo de cultivo masivo para luego extraer los cannabinoides necesarios para el producto en cuestión.

Pese a que todo esto suene a ciencia ficción y de que las acciones de la compañía se disparen (síntoma de que, tal vez, haya más humo y espejos que algo fiable), es cierto que cada vez son más las compañías de bioingeniería que quieren subirse al carro de los cannabinoides de diseño.

¿Acabará esto por eliminar los cultivos de cannabis? El tiempo lo dirá. Por el momento no parece que esto vaya a ser así (tal vez jamás lo sea) pues aunque el cannabis se consuma por lo cannabinoides la forma en la que se consume es parte del placer. El porro o la pipa siguen siendo los fieles compañeros del fumeta. Fumar, en sí, es el placer.