Investigadores de la Universidad de Colorado Boulder y MedPharm Holdings analizaron 277 productos de cannabis, entre flores y concentrados, adquiridos en 52 dispensarios de 19 condados de Colorado. El trabajo, publicado en Scientific Reports el 1 de julio de 2025, concluye que solo el 56,7% de las flores estaban correctamente etiquetadas frente al 96% de los concentrados, considerando un margen de precisión del ±15% en la potencia de THC.
Los datos revelaron que la potencia media de THC etiquetada en las flores era del 22,5%, mientras que el análisis de laboratorio encontró un promedio real de 20,8%. En el caso de los concentrados, el etiquetado indicaba una media de 73%, mientras que la potencia observada fue de 70,7%. En ambos casos, la tendencia fue a sobrestimar el contenido de THC, aunque de forma mucho más marcada en las flores.

Precisión de la potencia de THC etiquetada en productos de cannabis de flores y concentrados.
El equipo señala que la naturaleza heterogénea del material vegetal podría explicar en parte las discrepancias. A diferencia de los concentrados, las flores son más susceptibles a variaciones en la muestra y a errores en el proceso de testeo previo al etiquetado. También apuntan a que la falta de un sistema de regulación uniforme entre las leyes estatales y federales en EE UU contribuye a estas inconsistencias.
Estos resultados se suman a otros hallazgos que documentan prácticas que exageran los resultados en los niveles de THC, situación que ya ha derivado en litigios en California, Massachusetts y Arkansas. En 2020, las autoridades de Washington suspendieron la licencia de Praxis Labs tras detectar más de 1.200 resultados falseados para incrementar artificialmente las cifras de THC.
El estudio sugiere que una verificación independiente y ciega de los análisis de laboratorio sería clave para proteger a los usuarios, especialmente a los pacientes médicos que dependen de dosis precisas. También plantea la necesidad de ampliar los requisitos de etiquetado para incluir cannabinoides menores como el CBG, hallado en mayor concentración que el CBD en muchas muestras.
La investigación pone de manifiesto la urgencia de estándares regulatorios más estrictos y homogéneos para garantizar un consumo informado porque en un mercado donde la potencia se ha convertido en un argumento de venta, la transparencia no debería ser opcional.