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Congelar cannabis para preservar terpenos y potencia

El fresh frozen es una técnica que gana terreno en los mercados regulados de cannabis por su capacidad de conservar terpenos y compuestos aromáticos. La práctica consiste en congelar el material vegetal justo tras la cosecha, evitando el deterioro postcosecha.

Congelar cannabis en lugar de secarlo y curarlo de forma tradicional parece una inversión del proceso habitual. Sin embargo, en el ámbito de los extractos de alta calidad, esta técnica conocida como fresh frozen se ha consolidado como un recurso clave para preservar el perfil químico de la planta en su punto óptimo. El objetivo es evitar la volatilización de terpenos y la oxidación de compuestos antes de que el tiempo los degrade.

El procedimiento implica cortar la planta, embolsarla al vacío y se lleva al congelador en cuestión de minutos. A partir de ese material congelado se elaboran extractos como el "live resin" o el "live rosin", que se distinguen por ofrecer una experiencia más fiel a la flor viva en sabor y aroma. Mientras el primero se obtiene mediante solventes como el butano, el segundo se extrae aplicando presión y calor controlado.

Desde el sitio especilizado Leafly explicaron que esta técnica tiene similitudes al proceso que vive la rana de madera de Alaska (Rana sylvatica), un anfibio que sobrevive al invierno con parte de su cuerpo congelado gracias a crioprotectores naturales. La comparación ilustra cómo el frío puede suspender procesos degradativos, permitiendo que la estructura bioquímica se conserve casi intacta hasta el momento de su uso.

La proliferación de concentrados con etiquetado como "live resin", "live rosin" o "cold cure" responde a una demanda de productos que conserven la complejidad sensorial de la planta. La congelación inmediata tras la cosecha permite retener humedad y terpenos, algo especialmente valorado en cartuchos y preparados de espectro amplio. Para los usuarios, identificar estos productos implica conocer los procesos y confiar en canales regulados que aseguren trazabilidad y análisis de laboratorio.

La congelación en fresco no es una moda pasajera ni un truco de marketing. Es una solución técnica a un problema concreto que busca mantener intacta la riqueza química del cannabis hasta el momento de su consumo. El frío no resucita a la planta: inmoviliza su mejor versión. El desafío que sigue es estandarizar procesos y etiquetados para que esa promesa de calidad sea verificable, lote por lote.

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