Por supuesto, este congresista desalmado se dirigió a la lucha política bipartidista y no a la gente, porque, como todo el mundo sabe, este tipo de perfil político da la espalda a la realidad ya que su único sentido es estar pensando en las próximas elecciones y mantener su culo en la silla del Congreso.

Comenzó su retahíla de barbaridades con esta frase: "Deificar a los drogadictos y matones por ganancias políticas está mal". A lo que sumó el siguiente comentario fuera de lugar: “#GeorgeFloyd = ladrón armado (pistola versus mujer) + consumidor de cocaína mortal, fentanil [sic], metanfetamina, marihuana”. Se puede ser más miserable, pero Brooks anda en el límite.

Pese a que estas sustancias se encontrasen en el cuerpo de Floyd, como ha desvelado un informa forense, ¿qué más da? Es decir, nunca fueron la causa de su muerte (le mataron asfixiándolo), ni son la causa de un comportamiento criminal. Es la misma idea de siempre: criminalizar a la víctima por ser consumidor de drogas. Si eres un drogata y te mata la policía es que algo habrás hecho. El mismo pensamiento instaurado en países tan poco democráticos como la Filipinas de Rodrigo Duterte.

Shaleen Title, comisionada en la Comisión de Control de Cannabis de Massachusetts, y que enfatizó que estaba hablando en su propio nombre, le dijo a Marijuana Moment que “Rep. Brooks puede guardar sus opiniones viles y racistas para sí mismo".

"Nadie está interesado en su estrategia del siglo XX de invocar drogas que suenan aterradoras para vilipendiar a George Floyd, o para frenar el despertar nacional causado por su muerte", añadió.

Precisamente, las palabras de Brooks evocan un problema que hay que tratar de solucionar. No se trata solo de los EE.UU. si no a escala global, y es el de la criminalización del consumidor de drogas. Evitar a toda costa que los consumidores deban dar cuentas a la policía y que esta tenga carta blanca para cometer cualquier tipo de abuso si se topan con alguien que lleva una pequeña cantidad de una sustancia controlada.