En una cárcel de Irlanda pillaron a un prisionero tratando de meter marihuana y heroína en la cárcel gracias a los populares Huevos Kinder.
Este preso, Patrick Morgan, va a tener que pasar otros cuatro meses más en prisión por el intento de introducir este material en la cárcel de Mountjoy. Si iba a estar 5 años en prisión ahora son casi 5 y medio.
El modo de trabajo de Morgan era rellenar el hueco de los Huevos Kinder (donde va la sorpresa que es también un juguete, si sabéis por dónde queremos ir) con maría o heroína. La cosa es que no le pillaron en el acto con los huevos encima, sino que a Morgan se le fue la mano con la dosis y los guardias detectaron que iba muy colocado. Ante esto, decidieron registrar sus pertenencias y encontraron unos huevos kínder pero que no iban empaquetados como en las tiendas.
En efecto, bajo la pequeña capa de chocolate no había un juguete sino marihuana por valor de unos 400 euros. Siguieron buscando y encontraron otro alijo de huevos Kinder, esta vez con unos 350 euros en heroína.
La cosa le salió mal al amigo Morgan porque cometió el error más básico en el tráfico de narcóticos: “no te metas tu propia mercancía”. Bueno, en realidad no, la mercancía era para él así que suponemos que la moraleja es “no te metas mucho no vaya a ser que se note”.