Los oficiales de la Guardia Costera de los Estados Unidos que patrullaban el canal el 19 de septiembre a la altura de de la carretera 48 en Brownsville, observaron a José Alejandro Salinas-Romero, de Honduras, y Luis Enrique Mendoza, Rolando Estrada-Odwardo, Aarón Joaquín López-Briseño y Antelmo Sánchez-Garrido, todos de Matamoros, cada uno utilizando grandes bultos para mantenerse a flote mientras cruzaban el canal. La policía los arrestó y presentó una denuncia penal.
Los oficiales de la USCG llevaron a los cinco hombres, junto con los fardos de marihuana, a bordo de un barco de la Guardia Costera, según informó un agente de la DEA a diversos medios.
En el momento de la detención, curiosamente, no parece que nadie pensara que esos fardos que usaban para cruzar el canal fueran de marihuana. Tiene todo el aspecto de que la Guardia Costera pensó que se trataba de inmigrantes ilegales usando flotadores, al menos a primera vista. Sin embargo, la USCG se puso en contacto con la DEA cuando detectó que los fardos desprendían un olor a marihuana considerable. Por desgracia para estos pobres diablos, la DEA es un organismo federal, por lo que la denuncia que les va a caer será de carácter federal.
López-Briseño, Sánchez-Garrido y Mendoza afirmaron que iban a recibir entre 250 dólares y 350 dólares cada uno por “llevar un paquete de narcóticos de México a Estados Unidos”, escribió el agente. Jugarse la vida cruzando un canal y que te caigan un chorro de años en prisión por 250 dólares… ¡Cómo de mala debe ser la situación para esta gente!
Según la policía, la cantidad apresada de marihuana ascendió a 146 kilos.