Dentro de dos semanas tendrá lugar la Psychedelic Science 2023 en Denver, Colorado, el congreso sobre sustancias psicodélicas más grande del mundo. El evento científico lleva sin celebrarse desde el año 2017 debido a la pandemia de covid-19 y este año espera congregar a unas 10.000 personas, una cifra de personas jamás vista en un congreso de estas características.
Detrás de la conferencia está la Asociación Multidisciplinar de Estudios Psicodélicos (MAPS), una organización nacida a final de la década de los años 80 con el objetivo de lograr la legalización de las drogas psicodélicas. Esta organización es la que está dirigiendo los ensayos clínicos más avanzados hasta la fecha con MDMA y psilocibina, que previsiblemente conseguirán la legalización de estos compuestos para su uso terapéutico en los próximos años.
En estos días previos a la conferencia, Psymposia, un medio especializado en la información sobre psicodélicos, ha publicado el contrato que la organización del Psychedelic Science 2023 está haciendo firmar a las personas invitadas como conferenciantes. En él aparece una cláusula que prohíbe las críticas a MAPS y que, según aseguran desde Psymposia, ha generado críticas entre varios ponentes que han preferido mantenerse en el anonimato. La cláusula responsable de la polémica dice lo siguiente:
“MAPS puede cancelar este acuerdo y rescindir la invitación al conferenciante para participar en la conferencia si MAPS determina, a su exclusivo criterio, que el conferenciante, o cualquier organización a la que esté asociado: (i) desacredita a MAPS o empaña su reputación y buena voluntad; (ii) promueve información falsa o engañosa; (iii) viola los derechos de otros; (iv) viola cualquier regulación de la ley, o política pública; o (v) caracteriza erróneamente la relación entre MAPS y el conferenciante”.
Las críticas están especialmente dirigidas a la primera parte de la cláusula, la que prohíbe las declaraciones que desacrediten a MAPS, a su reputación o su buena voluntad. Según Psymposia, esto impide que se realicen críticas legítimas a los grandes ensayos clínicos sobre MDMA y psilocibina que dirige MAPS desde hace años, en los que han ocurrido al menos una denuncia por abuso sexual y otras críticas que fueron recogidas en la serie de podcasts Power Trip.