Los abusos sexuales y las malas praxis en el mundo de las terapias con psiquedélicos no han ocurrido únicamente en los entornos underground, sino que también han salpicado a los participantes del mayor estudio legal realizado hasta la fecha con MDMA. El podcast de investigación periodística Cover Story: Power Trip ha revelado los casos de algunos participantes que tuvieron malas experiencias durante su participación en los ensayos clínicos realizados por MAPS (Asociación Multidisciplinaria de Estudios Psicodélicos), los estudios más avanzados que esperan conseguir la aprobación de la MDMA para su uso medicinal en el Trastorno de Estrés Postraumático por primera vez desde la prohibición.
Desde que el podcast Cover Story: Power Trip empezó a emitirse en noviembre de 2021 han salido a la luz algunas sombras del mundo de la terapia psiquedélica que se habían mantenido ocultas hasta ahora. La primera parte de la serie podcast, emitida a finales de 2021, recogió los testimonios de algunas personas que sufrieron abusos participando en grupos de terapia underground y que luego fueron desincentivadas a denunciar. En esos cinco capítulos también se rastrean los nombres de algunos terapeutas señalados hasta llegar a la figura de Salvador Roquet, un pionero de la terapia psiquedélica mexicano cuyas prácticas terapéuticas se cuestionan en uno de los episodios.
En la segunda parte el foco se pone en los casos de unos pocos participantes de los estudios legales que han sufrido malas praxis o han tenido malas experiencias durante los ensayos y que sienten que los detalles de sus casos no han sido incluidos en los resultados. Uno de estos casos es el de una paciente que participó en las pruebas de MAPS con MDMA para el Trastorno de Estrés Postraumático que sufría como consecuencia de haber sido víctima de abusos sexuales. Recibió tres sesiones con MDMA con una pareja de terapeutas de MAPS en la que las cosas se pusieron raras.
Esta semana el New York Magazine (que coproduce el podcast) ha publicado un vídeo que recoge algunos minutos de esas sesiones, grabados como parte del protocolo del estudio, en el que puede verse cómo los terapeutas establecen contacto físico con la paciente para rememorar las experiencias de abuso sexual y supuestamente ayudarla a desbloquear sus miedos al contacto físico desencadenados por el trauma. Debido a su experiencia de abusos sexuales en la adolescencia, la paciente tenía muchos problemas para tocar a otras personas e incluso para permanecer en una misma habitación con terceros.
El podcast recoge que la paciente no fue informada de cómo se desarrollaría la terapia y cuestiona el modo en que los terapeutas la abordan físicamente mientras está bajo los efectos de la MDMA, en un estado de especial vulnerabilidad ante los efectos de una sustancia desconocida. El transcurso de la terapia y su resultado fueron muy confusos para la paciente, quien sintió que algo había salido mal y que se habían cruzado algunos límites.
Motivada por resolver la confusión de la experiencia, tras los ensayos la paciente visitó a la pareja de terapeutas en su vivienda de una pequeña isla para solicitarles continuar con la terapia. Durante el tiempo que estuvo con ellos ocurrió lo que el hombre llamó una “relación íntima y sexual” consensuada entre él y la paciente. Para ella la relación no fue consensuada, sino de abuso, y lo denunció a la policía por abuso terapéutico y sexual.
Uno de los planteamientos centrales del podcast es la ética de los terapeutas. Los psicodélicos te ponen en una experiencia difícil de manejar, de especial vulnerabilidad. A menudo las personas que participan en sesiones con psicodélicos son especialmente vulnerables porque acuden buscando un medio terapéutico con el que tratar un trauma enquistado, una depresión o algún trastorno mental. Los autores del podcast —que apoyan la terapia con psiquedélicos y defienden la necesidad de regular su acceso— insisten en que es responsabilidad del terapeuta o guía crear un espacio seguro y no traspasar ciertos límites éticos que para el paciente puede ver distorsionados mientras se encuentra bajo los efectos de una droga psicodélica.
El podcast recoge el testimonio de otra mujer que quedó confusa tras la terapia con MDMA y se sintió abandonada tras las sesiones de terapia: “[Fue] como si alguien hubiera hecho una cirugía a corazón abierto, me abrieran el pecho y repararan el pequeño daño en el corazón allí, pero luego todos simplemente caminaron, lejos de la mesa, y mi pecho se quedara abierto.” Después de cinco años MAPS comunicó que estaba realizando una revisión en curso y que habían determinado “que Yensen y Dryer [los terapeutas] no siguieron el protocolo terapéutico de MAPS en varias ocasiones durante las sesiones”, y fueron apartados del estudio.
In 2015, @MeaghanBuisson participated in a @MAPS MDMA for PTSD @US_FDA trial. This vid shows some of what her therapists did to her.
— Psymposia (@psymposia) March 22, 2022
Asked about the "uncomfortable" contact in session, @RickDoblin said "humans are humans."
MAPS said study records show no "ethical violation"
1/ pic.twitter.com/bMs311cPsY